_
_
_
_
_
Tribuna:DIARIO DE UN SNOB
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El desmadre

Iba yo a comprar el pan y me encontré al parado de mi barrio, que se entretiene el hombre con las revistas del desmadre y el despelote. Si la ociosidad es la madre de todos los vicios, el paro puede ser el padre de todas las revoluciones, de modo que conviene endulzar al parado con las dulzuras del organismo de Susana Estrada.-Don Francisco que han cerrado cuatro revistas del género. A ver si usted, que come con el señor ministro, le pide que nos den un empleo, a los parados, o nos den un Papus. Sin Papus y sin trabajo se hace el día muy largo.

Una oficina da 400.000 parados en España. Otra da 700.000, como decíamos aquí ayer. La realidad de la verdad de la vida parece que da un millón. Y ahora, con la libertad dedespido que dicen que va avenir -en el Consejo de Ministros lo han llamado flexibilidad en el despido, siempre tan finos-, la cifra puede engordar mucho. Con los parados, en este país, nunca se sabía qué hacer. Fraga querría hacer con ese millón de parados un partido político. Y Silva Muñoz querría hacer un orfeón. Pero el señor Reguera ha sido más listo: les ha hecho voyeurs.

Hace un año se hablaba de la-ola-de-erotismo-que-nos-invade y ahora se habla de la escalada del erotismo. La gente habla de la decadencia de Occidente y del rosario en familia. Pero yo he comprendido al fin a qué se debe este flujo y reflujo de glándulas y glúteos en los mass-media nacionales.

-Pues usted dirá- quiere saber el parado.

-Muy fácil. A mayor paro, más pornografía, más erotismo, más Victoria Vera y más potramen. Porque se supone que un millón de españoles en paro no hacen más que pensar todo el día en lo mismo: en la revolución o en Nadiuska. Y como la revolución no conviene, pues se les va distrayendo con Nadiuska, que le conviene a cualquiera. Ahora, como por fin el Gobierno ha parido el paquete de medidas económicas, va a disminuir el paro y ya no son necesarios El Papus, Papillón ,Matarratos, ni Mari Francis, que sale en el último Fotogramas, la jai,con un desencuere finoy bien traido.

Claro que también tengo otra teoría al respecto, porque a mí teorías es lo que me sobra. Como al español, después de cuarenta años de salmantino luto y pierna quebrada, se le iba olvidando lo que es una mujer por dentro, pues de vez en cuando nos lo recuerdan con tres meses de apertura y desmadre. Ahora que ya sabemos cómo tienen el organismo las chicas que se desnudan en el Cándido del TEL Victoria Vera en El adefesio y Ana Belén en el arte y ensayo, pues otra vez Santiago y cierra España.

Porque la natalidad estaba descendiendo alarmantemente en el país, al punto de que los famosos premios a las familias numerosas había que dárselos ya a cualquier matrimonio de empleados que prometía bajo palabra de honor ir a por la parejita. Y es que al macho ibérico se le estaba olvidando cómo es una mujer y qué se puede hacer con la santa esposa después de¡ cura de cierre y antes de que llame el lechero, que siempre llama temprano. Digamos que el Gobierno se ha inventado una especie de celo sexual periódico de los españoles en la mesta nacional: tres meses de estímulo visual y tres meses de abstención. Tres meses de ómbligos y tres meses de cuaresma. Con estas alternativas parece que se pretende la repoblación forestal de los hombres y las tierras de España. Y se está consiguiendo.

Ayer tuve un coloquio en Toledo con un grupo de gente joven, politizada e inquieta. Me preguntaban por el paso atrás en el desmadre. Hay quien dice que va a haber un gran paso atrás en la pretendida democratización de¡ Gobierno. Yo creo que se trata, sencillamente, de regular el celo del macho en paro. El parado de ni¡ barrio se siente manipulado:

-O sea que aquí el único que tiene libertades es el empresario. Libertad de despido y libertad de celo.

- Más o menos, camarada.

-Ay, si don Cristino Martos levantara la cabeza.

- Eso.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_