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El presidente Sadat se cree elegido por el Destino

«El Destino quiere que continúe», -declaró el presidente egipcio Anuar Sadat, al aceptar la proclamación de su candidatura para un nuevo mandato de seis años, proclamada el miércoles, en votación unánime, por la Asamblea del Pueblo (Parlamento).

Sadat, que accedió a la presidencia en 1970, tras la muerte de Gamal Abdel Nasser, será el candidato único en un plebiscito popular que tendrá lugar el próximo 16 de septiembre y que debe darle, sin dificultades, la mayoría absoluta necesaria.

Sadat prometió «trabajar para consolidar la nación árabe, a pesar de los sonoros slogans, el sabotaje y la creación de bloques promovidos por manos extranjeras ».

Este comentario estaba dirigido, aparentemente, contra Libia, a la que Egipto ha acusado de una serie de actividades terroristas en su territorio, culminada con el supuesto apoyo de Libia, el lunes pasado, al secuestro de un Boeing 737 egipcio.

De acuerdo con la prensa y los políticos egipcios, las mayores realizaciones de Sadat durante estos seis últimos años, fueron la «victoria» de 1973 sobre Israel, la consolidación de su poder, la expulsión de los consejeros militares soviéticos, la institucionalización de libertades públicas y la liberalización de la economía, en el sentido de un incremento de la participación privada y una invitación a los inversionistas extranjeros.

Sin embargo, el propio Sadat y sus admiradores admiten que las metas que se habían trazado no han sido alcanzadas todavía. Y esa es la razón, de acuerdo con sus seguidores, de que Sadat se haya retractado de una anterior declaración según la cual no presentaría su candidatura para un segundo mandato presidencial.

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