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Reportaje:San Blas, hoy / 5

La reconstrucción se demora

Con la entrada del Ministerio de la Vivienda en el problema de San Blas I, las líneas generales de reconstrucción del barrio parecen acercarse a una solución veraz. No obstante aparecen nuevas fricciones en el capítulo de la financiación de las obras, si bien el vecindario estimula sus iniciativas colectivas y sigue adelante en su deseo de conseguir la dignificación de sus viviendas amenazadas de ruina desde ocho años atrás.

Con la intervención del Ministerio de la, Vivienda en el problema de San Blas I, crece entre el vecindario la esperanza de que definitiva mente se penetre en un camino de soluciones reales. El grado de unidad y cohesión, a lo largo de los primeros meses de 1976 es muy elevado entre los vecinos, que de legan muchas gestiones en la comisión de vivienda. Paralelamente, han difundido por todo el barrio los detalles del proceso, mediante reuniones, carteles, y comunicaciones orientadas por la Asociación de Vecinos de San Blas-Simancas, verdadera protagonista del logro de audiencia y atención por parte de los organismos implicados.La piqueta no llega

De este modo, el director general de la Vivienda ofrece solicitar de la Obra Sindical del Hogar un proyecto de remodelación que, al parecer, existe. Tras abundar en que su departamento no podrá resolver en dos meses una cuestión que se arrastra desde hace 15 años, se señala que ha quedado aprobada la nueva ordenación urbana de San Blas I. Las obras -se agrega- comenzarán a corto plazo, constarán de tres fases y durarán un período comprendido entre dos y dos años y medio. Sin embargo, el tiempo discurre y la demolición no aparece, en forma de piqueta, sobre San Blas l. Según se dice, el tendido eléctrico de la zona impide las obras de derribo de las 208 viviendas afectadas por la ruina, convertidas en focos de infección, abandonadas de! moradores humanos, pero repletas de roedores. No obstante, se repite insistentemente desde los organismos oficiales que para la demolición se han destinado cinco millones de pesetas. Cunde progresivamente la desesperanza entre los vecinos, que ven frenado el plan de remodelación. Fracasa varias veces un intento de reunión tripartita, donde los representantes vecinales desean dialogar simultáneamente con el Ministerio de la Vivienda y la Obra Sindical del Hogar.

Tras conocerse que, definitivamente, el Ministerio de la Vivienda se hará cargo de las obras, el proceso se adentra en un nuevo punto muerto, motivado por cuestiones de financiación de las obras y también por un determinado grado de solapamiento en las competencias de la Obra Sindical del Hogar y el Ministerio. Los vecinos solicitan de la autoridad gubernativa su asentimiento para realizar una manifestación en el barrio y la primera solicitud, el día 21 de junio, es desautorizada. Insisten nuevamente y cursan la petición para el día 30 del mismo mes, solicitud que es permitida por el Ministerio de la Gobernación. Más de 4.000 vecinos recorren pacífica y ordenadamente el barrio, con pancartas y carteles, coreando peticiones de viviendas dignas y pidiendo la inmediata ejecución de las obras. Sin incidentes y con un comportamiento calificado de ejemplar por varios medios informativos concluye el acto, cuyo balance final coincide con un elevado grado de unidad entre el vecindario y sus organismos de barrio, que prosiguen en el esfuerzo de lograr definitivamente la reconstrucción de las viviendas, amenazadas de ruina. Para no quedar en ese nivel de impugnación que no labora líneas de solución ni alternativas, la Asociación de Vecinos de San Blas-Simancas realiza una encuesta entre los moradores, que mayoritariamente se pronuncian por la dignificación de las viviendas y su deseo de seguir viviendo sobre San Blas l. La encuesta refleja el anhelo de que San Blas 1 cuente con mercado, escuelas, estacionamiento, guarderías, local para la Asociación de Vecinos, clínicas y dispensarios, zonas de juegos infantiles, asilos y hogares de ancianos, además de cabinas telefónicas, bibliotecas, zonas verdes, galerías de alimentación y centros comerciales, estafeta de correos, campos de deportes, centro parroquial, comisaría de policía y salas de espectáculos.

Como consideración extendida entre los vecinos, su deseo de participación y de ser consultados antes de emprender cualquier iniciativa que afecte al barrio, queda asimismo patente en este sondeo de opinión.

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