Kroos-Modric, un dúo con otra marcha

No hay fiebre de Mundialito en Abu Dhabi. No hay nada que anuncie que aquí se juegan el título de campeón cuatro equipos. Y eso que uno, el Al-Jazira es el anfitrión. En la interminable avenida que lleva al Zayed Sports City Stadium, el estadio escenario de la semifinal de este miércoles y de la final del sábado, tampoco hay nada que indique que aquí se disputa un torneo de fútbol. Por mucho que patee uno la ciudad, apenas consigue encontrar una referencia al torneo.

Un cartel de una crema que patrocina al Madrid, con la foto de Sergio Ramos, Benzema, Marcelo, Zidane y Cristiano y un “Hala Abu Dhabi” puesto debajo es lo único que se podía ver por la capital. Una capital futurista, en la que se mezclan parques con jardineros vestidos con monos verdes y rascacielos tan altos que provocan tortícolis (Hyatt ha construido un hotel con una inclinación cuatro veces superior a la torre de Pisa). Una capital en la que se escucha el piar de los pájaros bajo los árboles pese a que a escasos metros los coches invadan los carriles de la autopista. Una ciudad en la que todavía se puede ver a algún pescador en la Corniche, el paseo marítimo.

Lejos de allí, a unos 15 kilómetros, al norte del Parque Nacional de las Mangrovias, se entrena el Madrid en el campus de la Universidad de Nueva York. Después de la sesión de trabajo, un minivan llevó a Zidane y a Marcelo a la otra punta de la ciudad, donde el estadio, para la rueda de prensa. El técnico, machacado el año pasado por el jet lag igual que algunos jugadores de la plantilla, mostró ayer una cara mucho más distendida. “El viaje es más corto, la diferencia horaria es sólo de tres horas y es mejor para nosotros. Nos hemos aclimatado rápido”, comentó.

Aliviado por la buena imagen que dio su equipo en el último partido de Liga, Zidane dijo ayer que la goleada contra el Sevilla alegró al equipo que busca el quinto trofeo de la temporada. Lo hacen habiendo recuperado pegada (ocho tantos en los últimos dos partidos) y, sobre todo, el motor en el centro del campo. Modric y Kroos enseñaron el pasado sábado su mejor versión de la temporada. Igual que el resto del equipo, el croata y el alemán cayeron en la inercia después de ganar las dos Supercopas a Manchester United y Barcelona.

En Girona y Wembley —de los dos peores partidos del Madrid— la medular formada por ellos dos y Casemiro perdió 40 y 37 balones respectivamente. Se descontrolaba el Madrid con tanto error porque sufría atrás y no conseguía llegar arriba con claridad. Zidane respiró aliviado el sábado después de ver cómo sus dos centrocampistas manejaron los tiempos del partido a su antojo, con precisión en el pase, velocidad, ritmo y verticalidad.

Si el alemán y el croata son conscientes de ser el motor del equipo, más todavía lo es su técnico, que siempre apuesta por ellos. En verano las llegadas de Ceballos y Llorente poblaron la medular de talento y recursos. Pero Zizou siguió tirando de Modric y Kroos, incluso durante la lesión de Kovacic. Que los dos futbolistas que más miman el balón hayan recuperado brillo es la mejor noticia para el técnico francés, que siempre dice que cuanto mejor se juega al fútbol, más oportunidades hay de marcar goles. “Luka y Toni, igual que Mateo y Case, conocen bien el sistema de juego y además están muy bien. El medio campo para nosotros es muy importante para la posesión del balón y para seguir con lo que estamos haciendo. Esto es largo, pero andamos en un buen camino”, analizó el francés.

Dos goles lleva el alemán esta temporada. La mitad de los que marcó la anterior (su campaña más goleadora). El sábado celebró tener al lado a Asensio y Lucas; Kroos nunca ocultó que su esquema favorito es el 4-4-2. “Hay un jugador más en el centro del campo, hay dos percutores; con el 4-3-3 juegas más por banda. Y cambia la forma de jugar, no sólo a nivel ofensivo, sino también en defensa”, explicaba antes de la final de Cardiff. El alemán, cuentan en el Madrid, es muy consciente de que Modric tiene otra misión y no es la del equilibrio. Para eso están Casemiro y él. Eso no quita, por ejemplo, para que lleve más remates que el croata (30 por 25).