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'Juego de tronos': los Siete Reinos vuelven a vibrar

Es la producción televisiva más ambiciosa del momento, una de las más seguidas y de las más esperadas. Juego de tronos ya ha vuelto, y con ella, las guerras, los odios, las venganzas, las traiciones y las negociaciones de los Lannister, Stark, Baratheon, Targaryen y compañía. Viejos conocidos y nuevas caras en una temporada, la quinta, en la que parte de su contenido se grabó en Sevilla y Osuna. Además, se espera que en los nuevos capítulos algunos de los acontecimientos ya lleguen a adelantar a lo narrado en los libros de Canción de hielo y fuego, de George R.R. Martin.

Tras el estreno del primer capítulo de la quinta temporada en Canal + Series de forma simultánea a Estados Unidos, varios redactores de EL PAÍS (Guillermo Altares,Berta Ferrero, Bernardo Marín, Miguel Ángel Medina, Eneko Ruiz Jiménez, Manuel Morales y Natalia Marcos) cuentan sus impresiones sobre los primeros compases de la nueva entrega. (SPOILERS del 5x01)

Más grande que sus personajes, por Guillermo Altares

George R. R. Martin se quejaba en una célebre entrevista del acoso al que le sometían los fans porque no avanzaba más rápido en los dos últimos tomos de Canción de fuego y hielo. Pocos productos culturales provocan pasiones similares a las que desata Juego de tronos, que el domingo se estrenó a la vez en casi 200 países. El problema es que tanto Martin en sus novelas como la serie de la HBO tienen que estar a la altura, parafraseando a los Lannister deben pagar sus deudas con millones de espectadores. Y no es fácil.

El primer capítulo se limita a introducir las situaciones en las que se encuentran casi todos los personajes principales —¿dónde está Ayra Stark?— y a marcar las líneas principales por las que seguirá la trama en la quinta temporada. Como siempre, la regla que Martin ha impuesto para su relato marca el desarrollo de la acción: no importa lo importante que sea un personaje, puede morir. En otras palabras, sabemos que cualquiera de los actores que consideramos esenciales para el futuro de los Siete Reinos (y para nuestro entretenimiento durante los próximos tres meses) y que aparecen en este primer capítulo puede desaparecer de golpe (incluso a puñados, como ocurrió en la boda sangrienta). La primera novela de Martin se llama Muerte de la luz y relata la historia de un planeta que poco a poco se va agotando. No es el caso en absoluto de Juego de tronos y no parece que vaya a ocurrir este tipo de cataclismo narrativo en la quinta temporada: la serie es tan extraordinaria que puede sobrevivir a cualquiera de sus personajes.

Juego4

La debilidad de los Lannister, por Berta Ferrero

Son horas bajas para los Lannister. Suenan campanas para los fans de los Stark. De la misma manera que el primer capítulo de la cuarta temporada nos mostraba la debilidad de la casa del lobo tras las importantes bajas de la Boda Roja, la quinta temporada da la vuelta al tablero y nos enseña a la familia del león más desunida y débil que nunca. Una Cersei adolescente aparece en escena mostrando sus principales cualidades: decidida, arrogante e impetuosa. Y la actual, además, lleva con desesperación cómo la bruja que encontró en aquellos tiempos cumple punto por punto su premonición: “Serás reina durante un tiempo. Luego llegará una más joven, más bella. Te apartará y te arrebatará todo lo que más quieres”. La muerte de Tywin, la huida de Tyrion y la cuasi-traición de su amante Jaime, al que acusa de haber matado indirectamente a su padre, pone en jaque a los Lannister, ahora en manos de Margaery Tyrell, nueva reina, dueña y señora del único hijo que le queda. Un desastre en toda regla. Una derrota recibida con personal regocijo.

Juego5Lejos de Desembarco del Rey, Daenerys Targaryen lucha contra todo para ejercer de reina justa, contra la esclavitud y las costumbres preestablecidas. Pero ojo, que a doña justicia se le avecina un problema mucho más... candente: dominar el ímpetu destructor de sus hijos. Uno de sus dragones sigue perdido, campando a sus anchas. Y los otros dos, encadenados, se vuelven contra su madre, que huye despavorida ante el cariño procesado por sus vástagos. ¿Quién dijo que criar dragones fuera fácil?

Y para concluir lo más destacado del arranque de la quinta temporada, la vida al otro lado del Muro. Por fin vemos a un Jon Nieve con carácter. El bastardo de Ned Stark, que hasta ahora se encontraba entre dos mundos, el de los hombres libres y la Guardia de la Noche, tiene ahora que lidiar también con un nuevo rey en el que no cree, pero al que no tiene más remedio que escuchar: Stannis Baratheon. La flecha dirigida al corazón del rey del norte mientras arde en la hoguera ante los ojos de todos augura un porvenir movidito. Parece que Jon Nieve se ha metido en un buen lío. Y eso nos gusta. Y mucho.

Mejor ni aparecer, por Bernardo Marín

En Juego de tronos cada vez que un candidato al Trono de Hierro destaca sobre los demás, algo se tuerce en su camino y vuelve la incertidumbre. El primer capítulo de la quinta temporada cumple ese guion. A los protagonistas se les multiplican los problemas. Diríamos que a todos les crecen los enanos,si no fuera un juego de palabras demasiado fácil, y el propio Tyrion no fuera uno de los peor parados.

Los Lannister siempre han sido una calamidad, pero ahora encima se han quedado sin el padre, el único que ponía un poco de orden. Para empeorar las cosas, el parricida se ha entregado a la bebida y amaga con unirse a la madre de los dragones. La alianza haría salir a la Khaleesi por fin de su universo paralelo para interactuar con el resto de personajes. Pero Daenerys tampoco vive un momento dulce: los dos dragones que le quedan viven una crisis de adolescencia y hasta los austeros Inmaculados se le van de putas. En el norte, Stannis parece haber impuesto su ley. Pero el invierno se echa encima, los salvajes se niegan a unirse a su Ejército, los caminantes blancos siguen la marcha hacia el sur y, lo más inquietante, la bruja Melisandre empieza a hacerle ojitos a Jon Snow. Y el bastardo, no lo olvidemos, tiene sangre noble, el principal ingrediente con el que la hechicera prepara sus tropelías.

¿Y nuestros Stark? Quitando a la pobre Sansa, que ya se ha convertido en una marioneta de Meñique, los hijos legítimos que le quedan al difunto Eddard no han dado señales de vida. No sabemos nada de Brandon, a quien vimos por última vez con el cuervo de los tres ojos, ni de Arya, embarcada hacia algún lugar donde aquello de “Valar Morghulis” cobre sentido. Bien por ellos. Cada vez que un personaje sale en la serie se multiplican las posibilidades de que le corten la cabeza, lo despellejen vivo o le acontezca alguna otra catástrofe. Después de cuatro temporadas desgracia tras desgracia los Stark, nuestros Stark, se merecen un discreto descanso. Que envenenen a otros.

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Siempre hay guerras por llegar, por Miguel Ángel Medina

Una Cersei Lannister niña, aunque ya con malicia, escucha la predicción de una bruja: “Serás reina por un tiempo. Entonces vendrá otra, más guapa y más joven, para ocupar tu lugar y quitarte todo lo que aprecias”. Una Cersei adulta rememora ahora aquellas palabras y mira de reojo a la advenediza Margaery Tyrell mientras contempla el cadáver de su padre, el patriarca de la saga con más poder en los Siete Reinos. Los Lannister, cada vez más distantes, deben aprender a perpetuar su estirpe sin él. Será difícil. Pero siguen siendo el enemigo a batir para cualquiera que opte al Trono de Hierro.

El primer capítulo de cada temporada siempre huele a reencuentro. Aquí vuelvenDaenerys Targaryen y sus dragones incontrolables, un Jon Snow cada vez con más empaque, Sansa Stark aprendiendo de su relación con Meñique y Stannis Baratheon acompañado de esa turbadora hechicera oscura. Echamos de menos todavía a los pequeños Stark y anhelamos saber qué nos vamos a encontrar en esa Dorne con sabor sevillano. Hace frío, se acerca el invierno y las guerras están por llegar.

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Los tronos cambian. Los personajes siguen, por Eneko Ruiz Jiménez

Se acercaba el invierno. Jon Snow era solo un bastardo incapaz de triunfar en su casa, Daenerys Targaryen era una niña a la que su hermano vendía al mejor postor, y Sansa Stark soñaba con príncipes encantadores mientras rehuía a su traviesa hermana Arya. Cinco años después, y tras solo meses en Poniente, el bastardo lidera a los soldados del Muro, la madre de dragones reina en su propia tierra (una prueba del futuro), Sansa guarda un trono junto a un hombre con el que nunca se imaginó y Arya, ausente en el primer episodio, se sumerge en un viaje onírico distinto a lo visto hasta el momento.

Juego de tronos evoluciona y rompe sus constantes una y otra vez, pero siempre respeta un estilo y su piedra angular: el desarrollo de personajes. Ni siquiera los lectores de los libros se librarán esta vez de las sorpresas. Algunas tramas ya convergen con el final del quinto tomo y otras avanzan a pasos agigantados camino a ello (el cuarto y el quinto son, no en vano, los más lentos e intrascendentes de la historia). Es el momento de que Benioff y Weiss den un golpe sobre la mesa y demuestren lo bien que controlan este mundo y su entramado de personajes. Nos llevan a un nuevo capítulo en una historia que hace tiempo superó a un simple juego de tronos, para convertirse en una épica canción de hielo y fuego.

Dentro de nueve capítulos Tyrion posiblemente ya no esté perdido, Cersei y Margaery habrán llevado su batalla de poder a sus últimas consecuencias, y otros, como Stannis, se habrán dado cuenta de que la verdadera amenaza está ahí fuera. Es el momento de luchar unidos. Todo cambia. Todo sigue igual: Otra ración de diez semanas épicas. Se acercan vientos de invierno.

Juego1

¡La Resistencia!, por Manuel Morales

Con la nueva temporada, la primera y sorprendente impresión es que la invencible Daenerys Targaryen ha encontrado una china en la sandalia. Aunque sigue derribando reinos, en la ciudad esclavista de Meereen ha surgido una resistencia, los Hijos de la Arpía, que asesinan a sus Inmaculados en burdeles ¿por cierto, qué hace un inmaculado en una casa de lenocinio? La exKhaleesi no quiere mostrar debilidad, ni transigir con sus conquistados (“no soy política, soy una reina”) pero los problemas se le acumulan, sobre todo cuando le da por visitar a sus dragones. A ver si de una vez se liberan de sus cadenas y hacen algo más que arrojar fuego en la oscuridad.

Mientras, Jon Snow sigue perdido en la maraña del Muro. El chico tiene siempre buena intención pero lo habitual es que esté rodeado de lo peorcito. A las órdenes del rey Stannis Baratheon, empeñado en ocupar el trono de hierro incluso con los salvajes a su lado, Snow ha hecho su primera buena acción de la temporada al meterle una flecha por el corazón al líder salvaje, Mance Rayder. La negativa de este a colaborar con Baratheon le condena a morir abrasado vivo, hasta que Snow alivia su atroz sufrimiento. Otra retorcida idea: morir a fuego lento junto a un muro de hielo.

¿Y dónde está Arya? De los personajes que huyeron en barco al final de la anterior temporada, por el momento hay que conformarse con Tyrion, que no es poco. Su salvador, el sibilino lord Varys, quiere utilizar el “instinto político” del enano para traer la paz a los siete reinos. ¿Cómo puede ayudar a eso alguien que ha matado a su padre en una letrina con una ballesta?, le pregunta Tyrion. La respuesta de Varys es un guiño a la escena final de Con faldas y a lo loco: “Nunca dije que fuerais perfecto”.

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De oro sus mortajas, por Natalia Marcos

"No es televisión. Es HBO". El archiconocido eslogan que la cadena de cable utilizaba a finales de los noventa (y que se ha quedado vinculado a ella como marca de identidad) podría aplicarse a su serie más vista, la que genera más expectación y es centro de airadas conversaciones. Juego de tronos no es solo una serie. Es un mundo que va desde su relación con las novelas que la originaron hasta esos análisis políticos que protagoniza, pasando por reinterpretaciones e infinitos análisis desde los puntos de vista más insospechados.

El primero de los diez capítulos de su quinta temporada no defrauda. La serie suele volver lenta y toma forma según avanzan las tramas de cada entrega. En esta ocasión, el episodio de regreso ha tenido un poco de todo, con esos ingredientes que hacen de Juego de tronos lo que es. La serie ha vuelto a colocar las piezas en el tablero. Casi todos los personajes (solo se ha echado de menos a Arya) han tenido su momento para que los espectadores puedan recomponer el nuevo punto de partida. Pero antes, la historia ha arrancado con un flashback con una joven Cersei que ya apuntaba maneras. Un curioso encuentro con una bruja que anticipa la muerte de sus hijos: De oro serán sus coronas y de oro sus mortajas".

Lo que viene promete y mucho. Tyrion se deja llevar y, mientras no falte vino, parece dispuesto a ir hasta Meereen al encuentro de Daenerys para ayudarla a ocupar el trono de hierro. Sansa y Meñique siguen afianzando esa curiosa alianza que se forjó en capítulos anteriores. Y ya tenemos la primera baja en la que parece que será una temporada muy mortífera. "Los señores buenos están muertos y el resto son monstruos", dice Brienne. Pues eso. El juego está servido, de nuevo. Con la copa de vino de Tyrion llena, brindemos por Juego de tronos. Para que disfrutemos de lo que venga o que, al menos, no nos deje indiferentes.

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