La segunda temporada atrapa y lo hace a golpe de efecto sin vergüenza ninguna. Si en la primera todo transcurría en una casa encantada donde una familia aparentemente de lo más normal sufría las maldades de fantasmas, en esta la acción transcurre en un manicomio católico en los años 60 repleto de asesinos, locos, poseídos... y todos ellos pecadores. De las incognitas de la primera temporada se pasa al horror directo de un lugar tétrico, donde la maldad parece residir en todos los personajes, cada cual con sus motivaciones.
AHS Asylum es la religión contra la ciencia. Una religión anticuada y trasnochada contra una ciencia insana. Y es un gran homenaje al género. Muy cuidada en su ambientación, música (grandes temas de los 60 y bandas sonoras de películas de terror) y decorados carcelarios (cómo se nota cuando hay dinero durante la producción), las referencias directas (y en la cabecera) a clásicos son constantes. En tan solo dos capítulos los espectadores pueden acordarse de películas como Freaks (el personaje de Pepper), El silencio de los corderos, El exorcista, La naranja mecánica, Viernes 13 o cualquier película slasher.
Probablemente no sea la mejor serie de la historia, pero todo lo que propone es muy bienvenido: golpes de efecto, un montaje frenético, grandes interpretaciones y un punto bizarro y turbador que hace que nos revolvamos en el asiento. Pero como pecado televisivo es excelente.
Brutal, no tiene nada de original pero al ser un (buen) compendio de otras películas de terror (y SciFi) se disfruta mucho, mucho. Y tiene una trama latente que se descubre de cuando en cuando muy atractiva. Ya estoy deseando que llegue el cuarto capítulo.
Ah, se me olvidaba, una recomendanción: Mejor no la vean a las horas de las comidas.
es necesario haber visto la primera temporada para seguir esta o son independientes?
Hola Sergio, buena apreciación. Son totalmente independientes. Puedes ver la segunda sin haber visto la primera.
Sarah Paulson también repite, en la anterior temporada hacía de medium.
Me gusta la forma en la que la serie no muestra la batalla entre ciencia y religión como una batalla entre el bien y el mal sin como un aposible batalla entre el mal y el mal. El personaje de la hermana Jude es cruel y siniestro pero desde el primer capítulo se nos muestra como es y como a pesar de todo, su forma de actuar se encuentra influenciada por sus creencias religiosas (se podría decir que la serie aqui nos dice que el mal no es necesariamente frívolo), la hermana Jude es un personaje más claro y sus aciones se pueden llegar a entender a través del prisma de la religión.
El dr Arden por el contrario parece un niño hiperactivo encerrado en una fábrica de Lego, no se entienden sus motivaciones y parece capaz de hacer cualquier cosa ( y tal vez después lo justifiquemos por el afán de avance de la ciencia y los beneficios que esto podría traer a la humanidad), tal vez a lo que nos lleva AHS esta temporada es a llevar la batalla entre a teos y teistas a un terreno menos maniqueo en el que no hay religiones malvadas y científicos valientes y viceversa sino un enfrentamiento entre facciones con diversos matices y cuyo resultado no se puede definir apriori como bueno o malo para todos.
Me apena ver que todos los medios de comunicación le pegan palos a la religión católica, para hacerle daño...
"American Horror Story" no es una obra maestra, pero sí es la serie más delirante, escabrosa, depravada, enfermizamente seductora y condenadamente entretenida del momento. Lo mejor de "AHS" es su libertad absoluta y su aparente falta de reglas y límites, algo que funciona fenomenal con esa fórmula elegida de temporadas autoconclusivas. Hay que asumir, claro está, que nunca hay que tomársela muy en serio y que en definitiva es un desparrame divertidísimo. Les dejo la recomendable opinión de un colega, con su permiso y a aquél que pueda interesarle, aquí: http://elcadillacnegro.com/2012/10/18/american-horror-story-asylum-bienvenidos-al-desparrame/
Si me sorprendió la primera temporada, esta segunda me tiene boquiabierto. Los guionistas son atrevidos, quizás demasiado, si no tiene cuidado se les irá la trama de las manos.
Todo muy forzado, crispado, INCREÍBLE. Como bien ha dicho alguien por aquí, un desparrame, que en sus ansias de originalidad, naufraga lamentablemente en la banalidad. Apropiado quizá, para adolescentes que se crean listillos, aunque con el tiempo descubrirán que no lo eran tanto...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
