Remakes a la española
Los remakes están de moda, no es ningún secreto. Tanto en el cine como en la televisión. ¿Qué puede haber mejor que recuperar una historia que tuvo éxito en su tiempo, lavarle la cara y estrenarla en el siglo XXI? ¿Y si le damos una vuelta de tuerca más? ¿Y si, además de hacer un remake, además de rehacer la serie, la adaptamos a un país diferente? Ya hay varios casos en España. El último en subirse al carro, Telecinco, que prepara la adaptación española de Cheers. De hecho, empiezan a sonar ya nombres para protagonizar este proyecto: Alberto San Juan podría interpretar al dueño del bar al que ponía rostro en su tiempo Ted Danson.
Refresquemos la memoria: Cheers era una sitcom de los años 80 que se centraba en las aventuras y desventuras de los personajes que frecuentaban el bar de igual nombre (en realidad, el Cheers Beacon Hill, de Boston) y de la que surgió uno de los spin-off por excelencia, Frasier.
El miedo ante lo que pueda dar de sí esta adaptación ya se ha instalado en internet. ¿Será una especie de Los Serrano? ¿Se inclinarán más hacia el estilo Siete Vidas? ¿Se mantendrá fiel al original? La idea no convence, y más después del último intento de adaptación de una serie clásica a la española, Las chicas de oro. Los primeros 26 capítulos emitidos serán los únicos en los que veamos al cuarteto de "damas de la escena" Concha Velasco, Carmen Maura, Lola Herrera y Alicia Herminda como Dorothy, Rose, Blanche y Sophia. La audiencia cayó rápidamente en picado tras las primeras emisiones. La versión no era buena, no tenía ritmo, no enganchaba, y el público, tras la curiosidad primera, desistió.
No era el primer intento de adaptar Las chicas de oro. TVE ya lo intentó en 1995 con Juntas pero no revueltas, con Amparo Baró, Kiti Manver, Mónica Randall y Mercedes Sampietro al frente, con la que tampoco tuvo éxito.
¿Más intentos fracasados? Tan solo una temporada duró en antena La chica de ayer, el intento de Antena 3 de trasladar al panorama español Life on Mars, la historia de un policía que, tras un accidente, despierta allá por los setenta. Por si conseguían la renovación para una nueva temporada, tenían dos finales alternativos rodados. La cancelación hizo que acabara como acabó, a pesar de los fans de la serie.
Otra que se quedó en una temporada fue RIS Científica, con José Coronado en plan Grissom en una adaptación española de CSI que en realidad se trataba de una versión de la italiana R.I.S. Delitti imperfetti. Matrimonio con hijos tuvo su versión española en Cuatro, y Cinco en familia se llamó Mesa para cinco en La Sexta. Ninguna de las dos tuvo gran eco.
Pero también tenemos adaptaciones exitosas. Yo soy Betty la fea triunfó en la televisión española primero en su versión original, la telenovela colombiana que emitió Antena 3, y después con la adaptación de Telecinco, Yo soy Bea. Por lo visto, telenovelas de éxito aseguran versiones de éxito. Porque la Sin tetas no hay paraíso que conocemos, la del Duque Miguel Ángel Silvestre, es una versión de la exitosa serie colombiana de igual nombre. Y cuando ya casi habíamos olvidado la pegadiza letra de la cabecera de Pasión de gavilanes (¿quién es ese hombre...?), nos encontramos con la versión patria, Gavilanes.
Otra que sigue con paso firme en la televisión española es Doctor Mateo. La adaptación de la británica Doc Martin, que huele a combinación entre Doctor en Alaska y House, ha sabido darle al conjunto un toque particular gracias a personajes bien trazados y tramas entretenidas que ha conseguido asegurar la quinta temporada de la serie protagonizada por Gonzalo de Castro y Natalia Verbeke, que ya se está grabando.
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