Gràcia cambia los disturbios por una cacerolada

Las protestas en el barrio de Gràcia han llegado esta noche a su cuarto día rebajando la tensión vivida hasta ahora. Los propios okupas del Banco Expropiado ya habían anunciado que sería una noche de “descanso” para tomar fuerzas para la noche de este viernes y, sobre todo, la del sábado, que se presume intensa.

En la jornada de este jueves se ha realizado una cacerolada de apoyo a la protesta okupa, aunque han sido pocos los vecinos que han salido a sus balcones para secundar la protesta. En las plazas, había apenas medio centenar de personas. Los Mossos d’Esquadra no se han dejado ver y no ha habido enfrentamientos. Ha sido la noche más tranquila desde el lunes, el día en que se desalojó el Banco Expropiado. Los únicos momentos de tensión se han vivido cuando algunos de los manifestantes han increpado a los periodistas que intentaban desempeñar su trabajo. Tres encapuchados han roto una cámara de TV3 y varios okupas armados con cacerolas han interrumpido en conexiones en directo de 8TV. Los concentrados han terminado su protesta en las puertas del Banco Expropiado, golpeando la chapa con la que se ha protegido el espacio.

Los okupas aseguran que la culpa de la situación en la que se encuentran actualmente, con el barrio tomado por la policía y con el Banco Expropiado desalojado, es culpa de la entidad bancaria que era propietaria del local, del actual titular del inmueble, de los Mossos d’Esquadra, la Generalitat y los medios de comunicación.

“Cada uno de estos actores tienen su parte de responsabilidad en el conflicto que estamos sufriendo, por eso animamos a hacer visible el papel que están teniendo y a presionarlos para que cambien de actitud”, reza un comunicado.

“Estad atentas a más informaciones que publicaremos esta noche”, concluye la misiva.