Colau defiende la actuación de la Guardia Urbana en el ‘caso Garganté’
El concejal de la CUP pide que se archive la causa por coacciones
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se pronunció ayer por primera vez sobre el ‘caso Garganté’ y defendió la actuación de la Guardia Urbana en el incidente protagonizado por el concejal de la CUP, que presionó a un médico de Peracamps para que cambiara un informe sobre las circunstancias en las que un manteroresultó herido durante una persecución policial. El viernes, el comisionado de Seguridad del ejecutivo de Colau, Amadeu Recasens, fue ambiguo al valorar la actuación policial, mientras CiU y Ciutadans pidieron la dimisión de Garganté.
Colau fue preguntada ayer en Madrid por la cuestión y afirmó que la policía municipal “hizo lo que tenía que hacer”. “Cuando tuvo indicios de un comportamiento inadecuado” y conoció la denuncia del médico “puso toda la información de la que disponían en conocimiento del juez”. La información a la que se refería Colau es el vídeo difundido el viernes pasado por El Periódico en el que se muestran los cinco minutos en los que Garganté presionó al facultativo para que atribuyera las heridas del vendedor ambulante al empujón de un agente y no a una caída.
“Las imágenes del vídeo son sorprendentes y no son agradables”, afirmó Colau tras considerar que sería “prudente no juzgar” en un caso que está pendiente de juicio. “En la medida en que hay un concejal implicado debe ser un juez quien valore la situación. Como alcaldesa debo evitar politizar esta actuación y ser muy prudente”. La vista, que estaba prevista para el 22 de este mes finalmente se aplazará hasta que el juez revise los recursos de la fiscalía y de la defensa. Colau afirmó que hará valoraciones políticas cuando haya sentencia. La alcaldesa insistió además en que la Guardia Urbana “cuenta, como siempre, con el apoyo de este Ayuntamiento”.
El concejal de la CUP, que el viernes afirmó que no se arrepiente de su actuación, pidió ayer el archivo de la causa. El abogado de Garganté alega que en su conversación con el médico no empleó ningún tipo de violencia o intimidación.
La Fiscalía de Barcelona presentó un recurso en el que considera que Garganté cometió además un delito de coacciones otro de falsedad en documento oficial en grado de tentativa ya que la coacción iba destinada a que el médico modificara su informe médico.
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