El turista de Airbnb tiene 34 años y se queda cuatro días en Barcelona

Los huéspedes de Airbnb que visitan Barcelona se han triplicado en dos años, tienen 34 años de media, vienen en grupos de dos o tres personas y se quedan cuatro noches en uno de los 9.200 pisos o habitaciones que el portal ofrece en la ciudad. El 70% son europeos, el 17% norteamericanos, el 5% asiáticos, el 4% llegan de América Llatina y el 3%, de Australia. La capital catalana es el cuarto destino global del portal de alquileres turísticos, detrás de París, Londres y Nueva York.

El año pasado los visitantes en la ciudad alojados en pisos del portal de alquileres turísticos fueron casi 900.000, que supusieron un impacto de 740 millones de euros (500 corresponden a gastos que los turistas hicieron en la ciudad y el resto, al dinero que pagaron a los propietarios), ha explicado la empresa en la primera rueda de prensa que ofrecían en las oficinas de Barcelona, en un cuarto piso del paseo de Gràcia.

La plana mayor del portal ha exigido una normativa que regule su oferta, ha vuelto a pedir poder cobrar la tasa turística y ha defendido que su oferta no se restrinja a Ciutat Vella. Esto pasaba en 2009, cuando el 80% de huéspedes se alojaban en el centro, pero ahora la oferta se ha extendido y Ciutat Vella sólo supone el 31% de las reservas.

Y ¿quiénes son los propietarios? Vecinos de 38 años de media, que alquilan su casa 58 días el año y sacan 5.100 euros. De los 9.200 pisos que se alquilan en el portal, el 73% son de propietarios que sólo tienen un piso en oferta , mientras que el resto tienen dos o más. La oferta de pisos enteros o de habitaciones es parecida (54%-46%), a pesar de que hay quién ofrece las dos modalidades. Un 22% de los anfitriones alquilan casa suya durando más de tres meses sumando todo el año.

Y otro dato curioso: el saldo entre turistas de Barcelona que viajan alojándose en pisos de Airbnb y los de fuera que vienen a casa de anfitriones barceloneses es claramente negativo: si llegan casi 900.000, los que van fuera son 217.000.

"No echamos a los vecinos"

Els responsables de la empresa, con sede en San Francisco, han querido hacer este miércoles un esfuerzo para lanzar un mensaje de defensa de lo que llaman "home sharing", compartir casa. "Somos gente de clase mediana, tanto quién ofrece como quien alquila", ha dicho Chris Lehane, el director global de asuntos públicos, el área de la empresa que dialoga con las administraciones de todo el mundo. "Generamos economía real que activa los barrios y reparte beneficios económicos", ha continuado.

Tanto Lehane como el responsable de relaciones con las instituciones de España y Portugal, Ángel Mesado, han insitido en la voluntad de Airbnb de poder salir del vacío legal en que se encuentra la oferta y recaudar la tasa turística, como han conseguido hacer en Amsterdam o París. Mesado ha explicado que negocian tanto con la Generalitat como con el Ayuntamiento, que las negociaciones van bien, a pesar de que "los dos gobiernos son nuevos" y de que hay que encontrar soluciones "creativas en una realidad que es nueva".  En Francia, ha explicado, solo pueden ofrecer los pisos que son residencia permanente, no segundas residencias, y a nombre de un vecino, no de una sociedad.

El director general de la compañía en España, Arnaldo Muñoz, ha insistido en pedir "una regulación que hoy solo admite a profesionales, que se reconozca el alquiler como una actividad de particulares". "Este modelo, cinco días de media al mes o 58 al año, no tendría que impactar sobre la cantidad disponible de alquileres, no estamos sacando a ningún vecino de casa, sino que hacemos que se puedan quedar aumentando los ingresos". Muñoz también ha especificado que las transacciones monetarias en el portal quedan registradas porque son electrónicas y que envían cartas a los anfitriones recordando que hay que pagar a Hacienda.

Sobre las multas que Generalitat y Ajuntament han puesto a Airbnb para anunciar pisos turísticos ilegales, han respondido: "Estamos en proceso de discusión para solucionarlo". Y sobre el plan de alojamientos turísticos del Ajuntament Mesado ha valorado que "la solución no pasa por restricciones o moratorias sino por comprensión y diálogo".