Convergència ignora el desafío de ERC e insiste en lograr una Diada masiva

Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) ignoró ayer la petición formulada por el presidente de Esquerra Republicana (ERC), Oriol Junqueras, de desobedecer al Tribunal Constitucional en el caso de que suspenda el decreto de convocatoria del referéndum independentista. La dirección nacionalista no quiere acelerar los tiempos y se sacudió la presión de su socio guardando silencio e intentando pasar página. La estrategia de los convergentes se esfuerza en conseguir una Diada multitudinaria, justo cuando las inscripciones ascienden a 150.000 personas —eran más de 300.000 por estas fechas hace un año—, y en mantener de forma escrupulosa el calendario marcado hasta la firma de la convocatoria del referéndum, prevista para antes del 24 de septiembre.

Junqueras quiso el domingo marcar su posición sobre el desenlace del conflicto con un artículo de opinión. Pero, seguramente, sabía de antemano que no arrancaría una respuesta a los convergentes porque la salida de este complejo laberinto político solo la tiene Artur Mas. Y, por activa y por pasiva, el presidente catalán ha reiterado que no revelará su decisión hasta que se alcance el eventual escenario de la impugnación por el Gobierno central ante el Constitucional. No sale de ahí. Esa fue su postura tras la reunión con Mariano Rajoy el 30 de julio en La Moncloa. El único mensaje que ha dejado claro es que todo su plan es votar.

“Tenemos que ir todos a una”, dice Xavier Trias, alcalde de Barcelona

Josep Rull, número dos de CDC, ya replicó el domingo al desafío lanzado por Esquerra señalando que su propósito es mantener la unidad de los soberanistas y lograr un éxito en la Diada. En esa misma estrategia porfiaron ayer los presidentes de tres de las cuatro Diputaciones (Salvador Esteve, de Barcelona; Joan Giraut, de Girona, y Joan Reñé, Lleida) y Benet Jané, diputado de la de Tarragona. Las cuatro corporaciones, que impulsan el embrión de la agencia tributaria catalana, están gobernadas por CiU. Sus dirigentes —dos de CDC y dos de Unió— arroparon a Mas y subrayaron que no hay alternativa posible a la consulta.

En un acto en Prada de Conflent (Francia), donde se celebra la Universitat Catalana d’Estiu, los cuatro diputados confirmaron que se movilizarán en la Diada. “Por primera vez, las cuatro Diputaciones estamos junto al Gobierno para llevar adelante este país en unos momentos difíciles”, dijo Esteve, informa Clara Gil. Ninguno contempló la posibilidad de que el Constitucional vete el referéndum y, fieles al argumentario de Convergència, reiteraron que su objetivo es votar.

Hay que ir paso a paso", abunda Joan Herrera, coordinador de Iniciativa per Catalunya

Más legalista se mostró Boi Ruiz, consejero de Sanidad del Gobierno de Mas. Tras insistir en que la última palabra la tiene el presidente catalán, recordó que este siempre ha asegurado que la consulta se ajustaría a la legalidad, y apuntó de forma críptica que, en el caso de que se suspenda, el Gobierno optará por otras vías legales. “Si pasa esa desgracia [la impugnación], nos reuniremos y veremos qué hacer, pero tenemos que ir todos a una”, dijo Xavier Trias, alcalde de Barcelona, informa Camilo. S. Baquero.

El ecosocialista Joan Herrera apostó por no abordar futuribles. “Hay que ir paso a paso, partido a partido”, señaló. El coordinador de Iniciativa es partidario de celebrar la consulta con todas las garantías democráticas. Frente a este planteamiento, el PSC volvió a ofrecerse como aliado de Mas si rompe con Esquerra. Àngel Ros, alcalde de Lleida y presidente del PSC, reveló que su partido prepara un manifiesto para la Diada y que tendrá un papel activo durante la jornada.