“El maquinista está detenido porque hay indicios racionales de su responsabilidad”

"El maquinista ha sido dado de alta y está en esta comisaría", ha dicho el titular de Interior, Jorge Fernández Díaz, pasada la una de la tarde en la comisaría de Santiago de Compostela. Apenas 45 minutos antes, el ministro había asegurado desde el lugar del accidente ferroviario donde han muerto 78 personas: "El conductor está en el hospital, detenido por la policía porque qué duda cabe de que hay indicios racionales para creer que pueda tener una responsabilidad eventual en lo sucedido".

Es decir, que Francisco José Garzón Amo, de 52 años, fue trasladado del hospital a la comisaría mientras Fernández Díaz visitaba la zona cero de la tragedia con la ministra de Fomento, Ana Pastor. El maquinista salió por una puerta lateral de Urgencias del hospital Clínico escoltado por dos coches de la Policía, una patrulla y otro camuflado, informa Elena G. Sevillano.

El ministro ha recordado que el maquinista tiene derecho a no declarar si así lo desea, "aunque podría cambiar de opinión", y ha añadido que, en cualquier caso, mañana a las 19.40 horas, cuando se cumplen las 72 horas máximas de detención, "será puesto a disposición del juez". Se le imputa un presunto delito de homicidios por imprudencia.

Preguntada por si creía que la responsabilidad del siniestro podía ser solo del maquinista, o también de Renfe, la ministra de Fomento, Ana Pastor, ha contestado desde el lugar del accidente: "Desde que llegamos a este lugar tremendo hemos puesto a disposición de la investigación judicial todos los elementos que teníamos, todos los recursos materiales y humanos para que puedan esclarecer la verdad , para que sepamos las causas de lo que ocurrió y después tomar todas las decisiones que haya que tomar". 

Un responsable de la investigación policial ha explicado hoy que "no se ha descartado ninguna hipótesis" sobre las posibles causas del accidente.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha insistido en que España "tiene uno de los mejores sistemas de seguridad del mundo" y ha sugerido que existen "intereses económicos" de otros países en desprestigiar el sistema de cara a futuros concursos públicos. 

Feijóo ha pedido respeto para los investigadores. "Toda España quiere conocer las causas del accidente. La primera instrucción que el presidente del Gobierno dio al comité de crisis fue iniciar las investigaciones necesarias", ha dicho. "La investigación no tiene una instrucción política. Tiene libertad. Dejemos que cada uno haga su trabajo: la policía científica y los forenses, las identificaciones, y los técnicos, las causas del accidente. No me consta más que interés del Gobierno por llegar hasta el final. Somos los primeros que queremos saber la verdad. Se la debemos a los que han muerto y a los heridos". 

Por otro lado, el ministro del Interior ha asegurado que la identificación de todas las víctimas -la policía ya ha identificado a todos los fallecidos, un trabajo llevado a cabo en 60 horas, informa Jesús Duva - "tardará horas, no días", habían anunciado los expertos. Por el momento, 42 heridos continúan hospitalizados, 30 de ellos en estado crítico, de los que tres son menores.Antonio del Amo, de la comisaría general de policía científica, ha explicado que en el lugar del siniestro se han recogido "37 restos humanos" para determinar si se corresponden con piezas amputadas de las víctimas.

Mientras los responsables de mantenimiento de Renfe mostraban a los ministros los restos de las dos máquinas del tren que aún permanecen en la vía, otro tren idéntico, cargado de pasajeros, ha pasado por la vía paralela. Las vías están ya reparadas, pero falta colocar la catenaria, lo que probablemente harán esta noche. No la han reparado antes para dejar trabajar a las pesadas grúas que han levantado los vagones.

Ayer,  los presidentes de Renfe y Adif culparon al maquinista de lo ocurrido. Los dos máximos directivos ferroviarios de España señalan al conductor como principal responsable en la tragedia del tren de Santiago. El presidente de Renfe ha recordado que el maquinista conocía a la perfección el recorrido y que sabía que no se podía circular a más de 80 en la curva de A Grandeira, donde descarriló. El conductor reconoció que conducía a 190. Pero el más fue el presidente de Adif, Gonzalo Ferre, quien explicó a la agencia Efe que el maquinista tenía que haber reducido la velocidad cuatro kilómetros antes del lugar del siniestro, a la entrada de Santiago, como así lo indican las señalizaciones de la vía.