Una retirada a tiempo. El enfrentamiento entre turcos y kurdos ha alcanzado tal nivel que no cabe esperar más que una retirada. El país atraviesa su más peligrosa encrucijada desde que comenzó, hace casi diez años, la rebelión de la etnia kurda. La situación es tan crítica que, sise hacen las cosas mal, los 60 millones de habitantes de Turquía pueden verse envueltos en una guerra civil.La sangrienta lucha entre las fuerzas de seguridad y los militantes del Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK) se ha cobrado este año un número récord de muertos que han venido a engrosar la lista de los 10.000 soldados, guerrilleros y civiles ya caídos, según el presidente turco, Suleyman Demirel.