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Desigualdad en marcha

¿Cuánto debería preocuparnos la desigualdad? Para responder a esa pregunta debemos contestar primero a otra: "¿En comparación con qué?". ¿Cuál es la alternativa respecto a la cual juzgar el grado de desigualdad que vemos? Florida es una sociedad materialmente mucho más desigual que Cuba. Pero el modo correcto de analizar la situación -si Florida y Cuba son nuestras alternativas- no es decir que Florida tiene demasiada desigualdad, sino que Cuba tiene demasiada pobreza.

En el plano global, es difícil sostener que la desigualdad sea uno de los principales problemas políticos y económicos del mundo. Al menos a mí me cuesta imaginar otras soluciones políticas o medidas económicas que hubieran transferido a lo largo de los últimos 50 años una parte significativa de la riqueza de las naciones ricas actuales a las naciones pobres actuales. Pero desde el punto de vista de cada sociedad, creo que la desigualdad sí acecha como un problema político y económico grave.

"La desigualdad creciente se debe sobre todo a fracasos en la inversión social y a cambios en las normativas y en las expectativas"

En Estados Unidos, la prima de ingresos medios recibida por quienes han obtenido una titulación universitaria de cuatro años respecto a quienes no han asistido a la universidad ha pasado del 30% al 90% en las últimas tres décadas. Debido a que las aptitudes necesarias adquiridas a través de la enseñanza reglamentaria se han vuelto relativamente más escasas, la prima por la educación ha aumentado, lo cual apunta a una distribución más desigual de la renta y de la riqueza.

Ceci Rouse y Orley Ashenfelter, de la Universidad de Princeton, no encuentran indicios de que quienes reciben poca educación lo hagan porque la educación no les compensa: en todo caso, los beneficios de un año adicional de enseñanza parecen mayores para quienes reciben poca educación que para quienes reciben mucha.

Un esfuerzo mayor para aumentar el nivel de educación medio en Estados Unidos habría enriquecido al país y producido una distribución de renta y riqueza más equitativa, al hacer que abundaran más los trabajadores cualificados y que los trabajadores menos cualificados resultaran más difíciles de encontrar, y por tanto resultaran más valiosos para el mercado.

Es más, los consejeros delegados de las multinacionales estadounidenses y sus casi homólogos ganan diez veces más hoy que hace una generación. Esto no se debe a que su esfuerzo en el trabajo y sus dotes para la negociación y la gestión sean diez veces más valiosos hoy, sino a que sus accionistas empresariales son menos capaces de impedir que los altos ejecutivos y financieros se queden con una porción mayor del valor añadido.

En todas partes se encuentran patrones de comportamiento similares. Dentro de cada país, la desigualdad creciente se debe sobre todo a fracasos en la inversión social y a cambios en las normativas y en las expectativas, y no ha ido acompañada por una aceleración en el ritmo general de crecimiento económico. Este tipo de desigualdad debería causar preocupación.

Bill Gates, Paul Allen, Steve Ballmer y los demás millonarios y multimillonarios de Microsoft son brillantes, muy trabajadores y emprendedores, y ricos con razón. Pero sólo el primer 5% de su riqueza se puede justificar como incentivo económico para fomentar la capacidad emprendedora y la iniciativa. El siguiente 95% crearía más felicidad y oportunidad si se dividiera equitativamente entre ciudadanos estadounidenses y otros que si ellos consumieran cualquier parte de la misma.

Una sociedad desigual no puede evitar ser una sociedad injusta. El elemento más importante que los padres de cualquier sociedad intentan comprar es una ventaja inicial para sus hijos. Y cuanto más ricos sean, mayor será esta ventaja inicial. Por consiguiente, las sociedades que prometen igualdad de oportunidades no pueden permitirse dejar que la desigualdad de los resultados se vuelva demasiado grande.

J. Bradford DeLong es catedrático de Economía de la Universidad de California en Berkeley y ex subsecretario del Tesoro de Estados Unidos durante la Administración de Clinton.

Traducción de News Clips.

(c) Project Syndicate, 2007.

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