El perdón y los cambalaches de la Transición

Es el asturiano Rafael Reig (Cangas de Onís, 1963) un escritor peculiar. Impetuoso y arbitrario y bastante cascarrabias (lo que le granjea considerables simpatías), es también propenso a los ataques de melancolía, pues nada hay en el mundo capaz de colmar sus ansias de excelencia. Encontró su gran momento con la publicación del muy comentado Manual de literatura para caníbales, donde mezcló muy bien dos siglos de historia literaria española con una trepidante narración generacional, al mismo tiempo que dedicaba venenosos comentarios a autores como Azorín o Javier Marías. Llega ahora una novela que prolonga Sangre a borbotones. Volvemos a un Madrid inundado con el canal que lo divide en dos y a otro caso del detective Clot, personaje que procede de los autores canónicos Hammett y Chandler, pero recuerda mayormente al detective perturbado de Eduardo Mendoza que protagoniza aquellas obras que en su momento fueron consideradas menores.

El índice de la primera página sirve para poner orden. Cada parte de la novela corresponde a las diversas fases que acabaron por dar a España la victoria en la Eurocopa de fútbol de 2008 y, aunque parezca extraño, hay superpuesta a ella otra correspondencia: las cuatro etapas del sacramento de la penitencia en la tradición católica cuyo resultado final es el perdón. De ahí surge un título radicalmente irónico, ya que la narración nos permite entender que el perdón, en todo caso, es solo teórico, producto de los cambalaches de la Transición. Todo queda pendiente y, según el narrador, lo que predomina es el rencor.

Hábil en los manejos del idioma y en las citas encubiertas, el estilo del autor recuerda a Baroja, aunque más fogoso y destemplado. Predominan la irregularidad y el desorden y, al lado de buenas páginas, aquellas en que los personajes toman la palabra, como la desternillante escena en que dos jefecillos de Falange ponen como chupa de dómine a Dionisio Ridruejo, o las mordaces diatribas anticlericales que incluyen polémicas entre grupos teológicos rivales y comentarios sobre las "hostias consagradas envenenadas" nada menos, otras son insatisfactorias, aquellas en que el tendencioso narrador introduce conceptos muy simplistas sobre la historia de España, largos y superfluos comentarios políticos y sociológicos o las crónicas futbolísticas en las que llegan a confundirse tres Eurocopas, la que gano España a la Unión Soviética en 1964, la de 1984 en que España perdió la final y la última, la victoriosa.

Todo está perdonado. Rafael Reig. VI Premio Tusquets Editores de Novela. Tusquets. Barcelona, 2011. 367 páginas. 19 euros.