Madrid dibuja una ciudad para bicis

Rocío Moreno, de 26 años, se compró una original bicicleta de paseo en Holanda hace un año. Es de color naranja y tiene un freno a pedales. Nunca la usa. Le da miedo circular por Madrid entre los coches. "No hay circuitos para desplazarse en bici por la ciudad", se queja. Al igual que ella miles de madrileños dejan sus bicis en casa porque la capital no cuenta con vías suficientes para desplazarse a pedales.

Se reducirán carriles de aparcamiento y de circulación de automóviles

En las próximas semanas el Ayuntamiento de Madrid aprobará, con más de un año de retraso, el Plan Director de Movilidad Ciclista, un documento que establece cuáles serán las nuevas vías ciclistas que tendrá la ciudad en 2016. Según el avance del plan, está previsto construir 274 nuevos kilómetros de carriles-bici, hasta esa fecha.

El proyecto ha diseñado 35 ejes principales, distribuidos en 147 kilómetros. Habrá carriles reservados por toda la Castellana, Juan Bravo, Arturo Soria, calle Mayor, paseo de Extremadura, Bailén...

Todos los distritos tendrán su carril-bici. Habrá también una red de vías secundarias (127 kilómetros), que conectarán los itinerarios principales entre sí. Pero este plan no estará culminado hasta 2016. "Para entonces", cuenta Juan Merallo, portavoz de la asociación Pedalibre, "habrán cambiado los hábitos de transporte en la ciudad en favor de la bicicleta. Si se cumple, será un sueño", indica.

El pistoletazo de partida para hacer realidad ese sueño se producirá en breve. El Plan Director de Movilidad Ciclista será presentado en las próximas semanas. Responsables municipales se reunieron a mediados del pasado mes de enero con las asociaciones de vecinos y ciclistas para anunciarles que el proyecto estaría listo de forma inminente. "Nos dijeron que en dos meses como máximo", recuerda Juan Manuel Villar, miembro de Bicicrítica. A partir de entonces se construirán 30 kilómetros anuales, según avanzó el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón.

El esbozo del plan representa a Madrid como una maraña de vías ciclistas, con ejes principales y redes secundarias al estilo de una tela de araña.

El plan ya cuenta con las alegaciones de las asociaciones de vecinos y ciclistas. Entre las propuestas presentadas por la asociación Pedalibre está la de adelantar la finalización de los trabajos hasta 2012. La organización ciclista propone que los primeros proyectos que se realicen sean los itinerarios principales, como el del paseo de la Castellana o las calles de Arturo Soria, Hermanos García Noblejas y aquellos ejes que discurren por la Ciudad Universitaria. También han propuesto que se pueda acceder libremente con la bici al metro y a otros medios de transporte público.

Para llevar a cabo el proyecto la ciudad deberá someterse a un proceso de cirugía para quitar coches de las calles y ganar espacio para las bicicletas. Se eliminarán carriles de aparcamiento, se reducirán carriles de circulación de coches. También, se aprovecharán las aceras más anchas para dibujar vías ciclistas y se trazarán sendas en los parques públicos.

No todas las vías proyectadas serán como los 62 kilómetros del anillo verde ciclista que circundan la ciudad. Este carril está separado de la calzada, bien delimitado y con un asfalto especial. El plan tiene en cuenta las condiciones especiales de cada calle. "Cada vía requiere una solución", asiente Merallo. "No es igual la Castellana que las calles del centro".

Por eso, algunos de los itinerarios previstos estarán sólo delimitados con pintura en la propia calle. Otros discurrirán sobre la acera. Habrá calles ciclables -el ciclista tiene preferencia sobre otros medios de transporte-, carriles-bus con espacio para ciclistas, y, por supuesto, habrá carriles-bicis convencionales (separados de la calzada con un bordillo).

Cristian, de 40 años, se mostró ayer entusiasmado con la idea de que la ciudad tenga nuevas vías ciclistas. Conoció la noticia mientras pedaleaba por Vallecas con su bici de segunda mano. Buscaba el acceso al anillo ciclista. Conoce bien los problemas de la bicicleta. Monta sobre dos ruedas a diario y por eso considera necesario reservar más espacios para los ciclistas. Explica que para pedalear por Madrid sólo hay dos opciones: "Jugarte la vida entre los coches o meterte en la acera molestando a los peatones".

El plan ideado por el Ayuntamiento divide la ciudad en cuatro sectores: noreste, noroeste, sureste y suroeste. Cada uno de ellos cuenta con sus vías principales, en total 35 ejes, que miden cinco kilómetros de media. Ésta es la distancia media de desplazamiento que realizan los madrileños para ir al trabajo, según el Plan Director.

El boceto original permite que se pueda recorrer la ciudad de norte a sur y de este a oeste. Pero la novedad que incorpora el plan es que haya otros recorridos radiales. Entre las vías ciclistas principales destacan la que recorre la Castellana desde Atocha, Colón, plaza de San Juan de la Cruz hasta la Ciudad Universitaria y La Paz. Para hacer este eje se contempla reducir el ancho de la calzada. Otro de los ejes discurre entre Juan Bravo y la avenida de los Toreros, pasando por Francisco Silvela. Para ello se eliminarán franjas de aparcamiento. En la zona noroeste también está previsto unir Ventas con la vía de Dublín, junto al parque de Juan Carlos I, a través de la avenida de Brasilia. O la que une Alberto Alcocer con la Gran Vía de Hortaleza, a través de la calle de Costa Rica. Otro de los ejes previstos es el que recorre Arturo Soria, la avenida de Hermanos García Noblejas y la avenida de Arcentales. La avenida de Logroño también contará con su itinerario ciclista. Por el suroeste destaca el que discurre por el paseo de Extremadura, el de la calle de Bailén y el de la calle Mayor.

La calle de Alcalá también contará con su carril bici, entre Sevilla, Cibeles y Lagasca. Otra de las vías ciclistas unirá la calle de Cuchilleros con la de Antonio Leyva, pasando por la glorieta de Quevedo y la de Marqués de Vadillo. Vallecas estará unida con un carril bici con Atocha y ésta con Méndez Álvaro. Otro de los ejes principales estará entre la avenida de la Albufera y el Ensanche de Vallecas. Habrá un tramo junto a la M-30, a la altura de la avenida Ciudad de Barcelona.

En la zona noroeste está previsto un carril que conecte la calle de Eduardo Dato con la avenida del Arco de la Victoria, mediante la supresión de un carril de circulación. Otro eje discurre entre la calle de Ramiro de Maeztu y la avenida del General Perón. También está previsto un carril bici entre la avenida de Monforte de Lemos y la calle de Joaquín Lorenzo. Y entre Sor Ángela de la Cruz y la calle de Antonio Machado. En el noroeste también habrá una vía ciclista entre la avenida de la Complutense y la calle de Alcolea.

La idea es que a partir de las vías principales nazcan otras "distritales", explican desde Bicicrítica. "Es decir, que haya una vía ciclista para que los niños puedan ir desde el colegio al parque de su barrio", pone como ejemplo Merallo.

Las asociaciones ciclistas se muestran esperanzadas con este proyecto pero no ocultan sus recelos. "El plan está bien. Pero debe de ir acompañado de otras medidas para reducir el tráfico de coches en las calles", desliza Merallo. Éste reclama más aparcamientos para vehículos, o medidas para limitar la circulación de coches. "Y por supuesto la conservación", remacha. El responsable de la asociación ciclista explica cómo "parece que no hay cultura ciclista, pero es porque no hay infraestructuras suficientes", asegura.

"En Sevilla, Bilbao y Barcelona han apostado por este medio de transporte y en dos años se ha multiplicado el número de personas pedaleando por la calle", añade. Cristian asiente antes de continuar su marcha. "Madrid no es tan plana como Barcelona, pero se puede circular sobre dos ruedas. Siempre hay atajos o alternativas", concluye.