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La televisión da la espalda a Berlusconi

Fracaso de audiencia de Il Cavaliere en el principal programa político de la RAI

Era el día del reencuentro del mejor primer ministro de los 150 años de historia italiana con sus electores-espectadores, y Silvio Berlusconi lo había preparado al milímetro. En una orgía de contraprogramación súbita y de impúdico conflicto de intereses, sendos directivos televisivos aceptaron cambiar de día sus programas políticos, RAI2 (Ballaró) y Canale 5 (Matrix), de forma que nada estorbara la cita de Il Cavaliere con su amigo Bruno Vespa, presentador de Porta a Porta.

Berlusconi se disponía a entregar en riguroso directo las llaves de las primeras casas construidas en Onna, el pueblo más afectado por el terremoto del 6 de abril, y todo estaba listo para tres horas de autopromoción del líder. La representación fue fluida, aunque resultó sospechosa la inclusión, añadida a última hora, de un anagrama de Protección Civil, órgano que depende de presidencia del Gobierno, sobre las cédulas originales de las casas, que en realidad han sido pagadas por la Cruz Roja y no por el Gobierno.

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Detalle menor, pues lo importante era que Berlusconi iba a cumplir la promesa de entregar las casas -para ser precisos, cabañas de madera, y aún quedan 11.000 personas en tiendas de campaña- en su espacio favorito, donde hace dos meses negó haber mantenido relaciones picantes con la menor napolitana Noemi Letizia. Fue un regreso alla grande que sirvió para confirmar que Berlusconi ha vuelto de vacaciones dispuesto a morir matando. Lo más llamativo fue la nueva invectiva, sin bridas ni matices, contra la prensa. "El único problema es que hay muchos periodistas canallas, nacionales y extranjeros, de prensa y también de televisión", dijo Berlusconi.

El bajonazo llegó ayer por la mañana, cuando se publicaron las audiencias de la noche del martes. Berlusconi sólo reunió ante la caja tonta al 13,5% de espectadores (cinco puntos menos que la media anual de Porta a Porta) y perdió por goleada contra su Canale 5, que irónicamente emitía la serie Honor y respeto. La oposición, desaparecida en combate, comentó ayer que los italianos están cansados de Berlusconi ya que éste tiene una popularidad del 13%. Pero un sondeo de La Repubblica subió la cifra real hasta el 47%, muy lejos del 62% de hace unos meses.

Silvio Berlusconi, durante la emisión del programa <i>Porta a Porta</i>.
Silvio Berlusconi, durante la emisión del programa Porta a Porta.REUTERS

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