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El sucesor de Putin le propone que sea primer ministro

Medvédev apuesta por mantener el equipo del presidente

Pilar Bonet
Dmitri Medvédev, ayer en el Kremlin.
Dmitri Medvédev, ayer en el Kremlin.EFE

Todos los caminos de la política rusa llevan a Vladímir Putin, al menos por ahora. La figura del líder y la continuidad de su rumbo van a dominar las elecciones presidenciales del 2 de marzo, como dominaron las parlamentarias del 2 de diciembre.

En una alocución televisiva, con los símbolos del Estado (bandera tricolor y águila bicéfala) como telón de fondo, Dmitri Medvédev, el favorito de Putin, pidió ayer a su protector que acepte el cargo de primer ministro, si él es elegido presidente.

"Rusia recuperó su lugar en el mundo con Putin", dice el candidato

Argumentando que no basta con elegir un nuevo jefe del Estado para asegurar la continuidad, el delfín se pronunció por mantener "la capacidad de actuación del equipo formado por el actual presidente". "Por eso", dijo, "considero muy importante para nuestro país conservar a Vladímir Vladímirovich Putin en uno de los principales puestos del poder ejecutivo, el de jefe del Gobierno de la Federación Rusa". "Me dirijo a él para pedirle que dé su consentimiento en principio para dirigir el Gobierno de Rusia tras la elección del nuevo presidente", manifestó.

El favorito, que debe formalizar aún los trámites para ser candidato oficial, opinó que en los ocho años de gestión de Putin, Rusia ha logrado "estabilidad", "mejora del nivel de vida" y "esperanza de una larga evolución pacífica". Es más, según dijo, el rumbo de Putin "ha evitado la guerra civil". El alto ritmo de crecimiento de la economía, el pago de las deudas, la mejora de la capacidad defensiva fueron parte de su balance positivo. "No nos dan lecciones como si fuéramos escolares. Nos respetan y cuentan con nosotros. Rusia recuperó su debido lugar en la comunidad mundial", señaló.

Entre las prioridades de las próximas décadas, mencionó la disminución de la pobreza, la mejora del nivel de vida, el desarrollo de la industria y la agricultura, el reforzamiento del papel internacional del país y la resolución del problema demográfico.

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Putin no respondió a la propuesta de Medvédev, quien por supuesto no pudo haberla formulado sin el consentimiento del presidente. Lo que está por ver es si la idea de que el actual jefe del Estado se convierta en jefe del Gobierno llegará a ponerse en práctica o es parte de una puesta en escena, cuyo guión sólo conocen los iniciados. La Constitución rusa, aprobada en 1993, tiene un marcado carácter presidencialista y da un papel subordinado al jefe del Gobierno, cuyas competencias son eminentemente económicas y administrativas. La política exterior y de defensa, así como la estrategia de desarrollo son prerrogativas del presidente, como lo es también el control del maletín nuclear.

Medios próximos al Kremlin opinaban ayer que Medvédev es un hombre "totalmente subordinado" a Putin y que "por su lealtad no quiere y por su capacidad no puede asumir un protagonismo en solitario". Sin embargo, en la historia de Rusia y de la URSS hay precedentes (sin ir más lejos Mijaíl Gorbachov) de dirigentes que asumieron el poder como fieles continuadores de una determinada política y luego desarrollaron la suya.

Los medios señalaban que la posición de Putin como primer ministro se reforzará con la de jefe de Rusia Unida, el partido que tiene la mayoría en el Parlamento. Esto permitiría a Putin controlar el Legislativo y ejercer como primer ministro, pero primero debería afiliarse al partido cuya lista encabezó en las legislativas.

El presidente dio ayer un espaldarazo a su protegido al asegurar que Medvédev dará prioridad al "desarrollo progresivo y democrático de Rusia" y al cumplimiento de los compromisos contraídos, también en política exterior. Putin envió una señal tranquilizadora al empresariado, al asegurar que no permitirá que surja un capitalismo estatal ni que las corporaciones estatales monopolicen la economía. "No planeamos crear un capitalismo de Estado. Ésta no es nuestra elección ni nuestro camino", manifestó.

Por su parte, los otros potenciales candidatos del Kremlin a la presidencia, el jefe del Gobierno, Víctor Zubkov, y el primer vicejefe del Gobierno, Serguéi Ivanov, elogiaron la candidatura de Medvédev.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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