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La policía antimafia italiana intercepta un envío clandestino de 100.000 armas a Irak

El Ministerio del Interior de Bagdad encargó el transporte sin el conocimiento de EE UU

Un enorme tráfico clandestino de armas entre Italia e Irak por valor de 32 millones de euros fue descubierto y desmantelado en febrero por los carabinieri en el marco de la Operación Parabellum. Los detalles de la investigación -publicados el domingo por la agencia Associated Press, que tuvo acceso a los archivos de la sección Antimafia- confirman que EE UU ha perdido el control del flujo de armas que llega a Irak. Un informe del Pentágono publicado la semana pasada cifró en cerca de 190.000 las armas perdidas desde 2003, después de la invasión estadounidense.

Los carabinieri antimafia controlaban de forma rutinaria algunas maletas del aeropuerto romano de Fiumicino en búsqueda de drogas cuando encontraron un catálogo de armas que les hizo sospechar de la existencia de algo más grande. Un exhaustivo trabajo de interceptación de llamadas y correos electrónicos desveló la existencia de una enorme transacción clandestina: socios italianos e iraquíes negociaban sobre un cargamento de más 100.000 armas fabricadas en Rusia y destinadas a Bagdad.

El equipo del procurador de Perugia (centro de Italia) Dario Rizzo logró parar esta operación de 40 millones de dólares (32 millones de euros) antes de que se concluyera y ordenó en febrero la detención de 17 personas. Sin embargo, quedan algunos puntos oscuros en la reconstrucción del caso. Por ejemplo, el papel desempeñado por los funcionarios del Gobierno iraquí en la compra clandestina de armas. Rizzo definió de "rara" la actitud de Bagdad, pues no está claro por qué quiso comprar armas en el mercado negro cuando puede conseguir armas sin problemas a través de caminos legales.

Según fuentes citadas por Associated Press (AP), la petición procedía del Ministerio del Interior iraquí, vinculado en los últimos años con las milicias chiíes. El alto comando estadounidense en Bagdad dijo no tener conocimiento de la orden, aunque el ministro del Interior estaría obligado a informar a Estados Unidos de estos asuntos.

Este tráfico ilícito es un ejemplo de cómo Irak se ha convertido en una zona de atracción para el contrabando de armas. También demuestra que Washington ha perdido el control de las armas que circulan por el país.

Los detalles de una venta de armas de Italia a Irak salieron a la luz en noviembre en un correo electrónico enviado por la sociedad iraquí Al Handal al mediador italiano Massimo Bettinotti, de 39 años, titular de la sociedad MIR, con sede en Malta. Al Handal solicitaba al italiano 100.000 Kaláshnikov y 10.000 ametralladoras "para el Ministerio del Interior iraquí", según los documentos citados por AP, y explicaba que "la operación había sido aprobada tanto por EE UU como por Irak". El responsable de entrenamiento de las fuerzas de seguridad iraquíes, Daniel Williams, negó esta circunstancia.

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Las contrataciones siguieron por correo electrónico e involucraron también a otra empresa iraquí, Al Thuraya. Los italianos realizaron varias ofertas de rifles por correo electrónico que incluían la foto y el origen de las armas.

"Tenemos prisa para concluir este acuerdo", escribió Walid Nuri Al Handal a los italianos, insistiendo en que no iba a haber problemas en el transporte porque se podía "hacer llegar el producto a otro país y luego trasladarlo a Irak". En diciembre, los italianos hicieron su última oferta a través de un mediador búlgaro. La petición fue de 32 millones de euros y los iraquíes la aceptaron. Los italianos iban a ganar cerca de cinco millones de euros.

El soldado estadounidense Joe Armstrong, durante una operación en el oeste de Bagdad.
El soldado estadounidense Joe Armstrong, durante una operación en el oeste de Bagdad.ASSOCIATED PRESS

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