Una periodista francesa anuncia que denunciará a Strauss-Kahn por un intento de violación en 2003
Tristane Banon contó en 2007 en la televisión francesa que el político había tratado de violarla cuando le entrevistaba.- El exdirector del FMI denunciará por calumnias a la reportera
Todo en Francia sigue girando en torno a Dominique Strauss-Kahn, aún en libertad condicional en Nueva York pero cuya exculpación completa -al menos según la prensa francesa- puede darse esta misma semana. Y el caso empieza a tomar derivas cada vez más imprevistas: David Koubby, el abogado de la escritora y periodista Tristane Banon, de 32 años, ha anunciado que su cliente va a denunciar mañana al ex director general del Fondo Monetario Internacional (FMI) de intento de violación.
La historia no es nueva y el anuncio tampoco. En 2002, Banon, que por entonces redactaba un libro titulado Errores confesados, entrevistó a DSK en un piso de París. Según explicó la mujer años después, en 2007, en un programa de televisión, el político francés intentó violarla tras comportarse "como un chimpancé en celo". "Me rasgó el sujetador y trató de bajarme los pantalones", aseguraba en el programa. Nunca denunció el hecho ante la policía porque, según explicó, su madre, Anne Mansouret, dirigente socialista, le disuadió a fin de que no quedara estigmatizada.
Mansouret, que aseguró hace un mes haberse equivocado al darle ese consejo a su hija, declaraba hacía dos días en The New York Times la "rabia" que sentía al ver la respuesta de muchos hombres en Francia por el nuevo giro judicial del caso DSK tras el debilitamiento del testimonio de la empleada de hotel. También hace un mes y medio, tras la detención de Strauss-Kahn, el abobado de Banon aseguró que su cliente iba a denunciar al ex director general del FMI pero luego se echó atrás "para no ser instrumentalizados y no interferir en la justicia estadounidense". Los abogados de Strauss-Kahn han anunciado que denunciarán a su vez a la periodista por calumnia.
Por otra parte, diputados socialistas próximos al ex director general del FMI no dejan de alimentar una cierta "teoría del complot" según la cual hay una especie de mano negra detrás de todo el episodio de la detención en Nueva York. "Después de las últimas revelaciones, yo dudo mucho que esa pobre mujer haya actuado sola. Hay gente que ha metido la mano en el pastel", asegura el diputado Jean-Marie Le Guen. Y añade: "Es inverosímil pensar que la policía de Nueva York trabaje para El Elíseo. Pero, ¿Por qué han tardado seis semanas en traducir lo que la mujer dijo por teléfono a su amigo encarcelado? ¿Por qué ha tardado tanto tiempo en escudriñar las cuentas corrientes de esta mujer? No es que alentemos una teoría del complot, simplemente nos hacemos preguntas razonables".
El también parlamentario socialista François Loncle ha denunciado "las complicidades entre el grupo francés Accor -propietario del hotel de lujo Sofitel, de Nueva York- y ciertas oficinas francesas". Y agrega: "Yo no acuso a nadie, pero me gustaría saber en qué momento Accor llamó a París para prevenir". Otros dirigentes socialistas prefieren hablar de "trampa" y no de complot aunque aluden a las "zonas oscuras en la investigación". El ministro del Interior, Claude Guéant, ha manifestado que este tipo de acusaciones son "odiosas". "Si se tienen pruebas, hay que ir a los tribunales, y si no, callarse".
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