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Morales fija para el 4 de mayo el referéndum constitucional boliviano

La oposición, excluida del Congreso, acusa al presidente de golpe de Estado

El órdago de Evo Morales para refundar Bolivia ya tiene fecha. Será el próximo 4 de mayo cuando los bolivianos acudirán a las urnas para aceptar o rechazar la polémica Constitución impulsada por el primer presidente indígena del país. La convocatoria fue aprobada ayer por Morales y, horas antes, en una sesión relámpago, por el Congreso. La Cámara se reunió en medio de una gran tensión mientras manifestantes favorables al oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) formaban un cordón en pleno centro de La Paz para evitar el ingreso al hemiciclo a diputados de la oposición.

Los opositores consideran que la acción gubernamental es "un golpe de Estado" y "un revés a la democracia", mientras que los prefectos y los líderes de seis de las nueve regiones que forman el país han adelantado su decisión de continuar con el proceso autonómico y han llamado al desacato y a la resistencia.

"Éste es un golpe de Estado en el día más negro y aciago desde que Luis García Meza dejara la plaza Murillo; el presidente Evo Morales ha renunciado a ser demócrata y se ha convertido en un presidente de facto", afirmó en conferencia de prensa el ex presidente boliviano Jorge Quiroga, jefe del Partido Democrático y Social (Podemos), el mayor adversario del Gobierno. García Meza protagonizó un cruento golpe de Estado el 17 de julio de 1980.

Morales anunció además que en paralelo, y el mismo primer domingo de mayo, se celebrará otro referéndum sobre la reforma agraria que establece la extensión máxima que podrán tener los terrenos de propiedad privada en Bolivia. Una propuesta, que al igual que el proyecto constitucional, la oposición rechaza de plano. Mientras, en un escenario montando frente al Palacio Quemado, sede de la presidencia, y rodeado de simpatizantes, Morales apeló a dejar la decisión "en manos del pueblo".

Aunque la popularidad del presidente ha descendido considerablemente en los últimos meses, el líder del MAS confía en poder mantener una cuota de voto cercana al 50% y poder imponerse ante una oposición dividida entre los partidos que propugnan rechazar el referéndum y los que proponen aceptar el envite. Al fin y al cabo, la derrota de Hugo Chávez en Venezuela el pasado noviembre mostró que acudir a las urnas es el camino más eficaz para paralizar el proyecto presidencial... y que es posible.

Un partidario de Evo Morales (derecha) golpea a un simpatizante de la oposición frente al edificio del Congreso Nacional en La Paz.
Un partidario de Evo Morales (derecha) golpea a un simpatizante de la oposición frente al edificio del Congreso Nacional en La Paz.REUTERS

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