"La democracia no se puede imponer con bombas"
"Los iraníes se oponen a cualquier tipo de ataque contra Irán, pero eso no significa que apoyen al Gobierno", advierte enseguida Shirín Ebadí (Hamedán, 1947). La Nobel de la Paz, primera iraní y primera musulmana en recibir el galardón, está convencida de que "un ataque de Estados Unidos sólo empeoraría la situación", lo que no le impide mostrarse muy crítica con el gasto en el programa nuclear cuando los iraníes tienen necesidades más urgentes. Por la misma razón, le preocupa la imposición de nuevas sanciones económicas. En su lugar, propone que se "rebajen las relaciones diplomáticas con el Gobierno iraní o prohibir los viajes al exterior de los responsables".
Pregunta. Occidente está preocupado por el programa nuclear iraní. ¿Y los iraníes? ¿Qué piensan? ¿Les preocupa también?
"Los iraníes se oponen a cualquier tipo de ataque contra Irán, pero eso no significa que apoyen al Gobierno"
"El islam no está en contra de la democracia. Son los dictadores los que están en contra de la democracia"
Respuesta. Los iraníes se oponen a cualquier tipo de ataque contra Irán, pero eso no significa que apoyen al Gobierno. No lo apoyan porque viola los derechos humanos y porque no es democrático. Los iraníes no pueden elegir libremente a sus diputados, porque antes de la votación ya han sido preseleccionados. Pero esos problemas no se solucionan con un ataque de Estados Unidos que sólo empeoraría la situación.
P. ¿Temen un ataque?
R. Sí, sienten de verdad ese peligro porque el presidente norteamericano dijo que existía esa posibilidad.
P. Usted ha dicho que los Gobiernos con programas nucleares harían mejor en invertir el dinero en el desarrollo de las mujeres en vez de en bombas. ¿Es ése el sentir de los iraníes? ¿Podrán conseguirlo?
R. Para eso necesitamos la democracia. La democracia permite que la gente supervise lo que hace el Gobierno. Me parece que ni la bomba atómica, ni siquiera la energía nuclear, y por supuesto tampoco el resto de las armas, son prioritarias cuando un país es incapaz de escolarizar a todos sus niños por falta de medios. India y Pakistán, por ejemplo, tienen una alta tasa de pobreza. Millones de indios nacen, viven y mueren en la calle. La bomba no les ha ayudado a salir de esa situación. No sólo estoy en contra de que se invierta en armas nucleares, sino de los gastos en cualquier tipo de armas. Como asesora del Alto Comisionado contra la Pobreza del PNUD, he presentado una propuesta para evitar que los Gobiernos dediquen mayor porcentaje de su presupuesto a gastos militares que a Sanidad y Educación. Da la impresión que quisiéramos matarnos unos a otros, pero la realidad no es así. La gente preferiría gastar ese dinero en la infancia.
P. Al principio del Gobierno de Mahmud Ahmadineyad no se produjo un recorte visible de las libertades. Sin embargo, en los últimos meses ha habido detenciones significativas de intelectuales y periodistas. ¿A qué lo atribuye?
R. Los Gobiernos siempre usan el pretexto de la seguridad nacional para reprimir las libertades sociales. Por eso nos oponemos a cualquier tipo de guerra. Se convierte en una buena excusa para reprimir a la gente.
P. Pero, ¿por qué ahora?
R. También en los primeros meses hubo represión, pero se ha intensificado gradualmente a medida que el nuevo equipo se consolidaba. Por ejemplo, la censura aumentó respecto al periodo presidencial anterior. Desde el principio, el Gobierno prohibió todas las obras que traten el nihilismo, el laicismo y el feminismo.
P. Usted sostiene que el islam ilustrado admite la democracia y defiende los derechos humanos. ¿Ha habido o hay algún país que sirva de modelo?
R. La democracia no es algo estático, sino un proceso. El proceso democratizador de los países europeos empezó mucho antes que en los países de Oriente por lo que tienen mucha más experiencia. Se remonta al siglo XVIII, cuando los países orientales eran colonias, a pesar de lo cual Malasia es un buen ejemplo de democracia, incluso Indonesia. Aunque su democracia no es como la occidental. También hay otros ejemplos que demuestran que el islam no es incompatible con la democracia. Por otra parte, hay muchos países con dictaduras que no son musulmanes sino cristianos, como se puede ver en Suramérica o en África. El islam no está en contra de la democracia. Son los dictadores los que están en contra de la democracia.
P. En su opinión, la preocupación de Occidente por su seguridad le ha hecho olvidar los derechos humanos en Irán. ¿Qué puede hacer Occidente para ayudar a mejorar la situación?
R. Estados Unidos ha justificado su ataque a Irak con el objetivo de establecer la democracia en ese país. Eso es exactamente lo que está pasando con Irán. Pero todos sabemos que la democracia no se puede imponer con bombas, y los derechos humanos no son un regalo que traen los tanques. A Estados Unidos le preocupa su seguridad y tiene miedo que el Gobierno iraní alcance la tecnología necesaria para fabricar una bomba atómica. Yo estoy en contra de las armas nucleares. Ni el Gobierno estadounidense ni el iraní las necesitan. Ahora también quiero añadir que si la preocupación de Estados Unidos es que tenga la bomba un país islámico, hay que recordar que Pakistán la tiene y Musharraf no ha llegado al poder a través de unas elecciones.
P. No me refería sólo a una intervención militar sino a su propuesta de que las empresas extranjeras contribuyan al desarrollo de los derechos humanos...
R. Sí, considero que las empresas extranjeras que utilizan nuestros recursos debieran gastar un pequeño porcentaje de sus ingresos para mejorar el nivel de vida de los iraníes. Por ejemplo, construyendo escuelas o desminando las zonas fronterizas. Irán es el segundo país del mundo con más extensión minada, más de cuatro millones de hectáreas. Esas ayudas voluntarias contribuirían a una mayor justicia. Es lo mínimo, dado los beneficios que obtienen y dado que carecemos de un Gobierno democrático que se ocupe de ello.
P. ¿Cómo puede afectar a los iraníes un eventual reforzamiento de las sanciones si, como parece, su Gobierno no suspende el enriquecimiento de uranio antes del próximo día 21?
R. Lo más seguro es que empeore su situación. De momento, sólo se habla de ello, pero ya han subido los precios en el mercado. En vez de las sanciones económicas, personalmente me inclino por las sanciones políticas.
P. ¿Como cuáles?
R. Limitar el nivel de las relaciones diplomáticas con el Gobierno iraní o prohibir los viajes al exterior de los responsables.
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