Los combates entre la guerrilla islamista y el Ejército causan 54 muertos en Filipinas

En uno de los enfrentamientos más sangrientos de los últimos años en Filipinas, al menos 23 soldados y 31 milicianos han muerto, después de que el Ejército irrumpiera ayer a la fuerza en los campos de entrenamiento de la guerrilla islamista, Abu Sayyaf. Después de ocho horas, los combates han cesado pero los soldados filipinos, más de 400, están peinando la zona, en la isla de Bailan, 980 kilómetros al sur de Manila, en busca de dos de los jefes rebeldes.

Abu Sayyaf, que fue fundada en 1991 en la isla de Bailan, al sur de Filipinas, con el objetivo de establecer un Estado fundamentalista islámico, tiene conexiones con Al Qaeda, según asegura el espionaje occidental y asiático y figura en la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos. Aunque en los últimos años se ha visto debilitada, continúa lanzando embocadas contra el Ejército y secuestrando a periodistas y cooperadores humanitarios. En enero fueron secuestrados tres miembros del Comité Internacional de la Cruz Roja, liberados después de varios meses.

Portavoces militares afirmaron que tras capturar las dos bases, el Ejército se concentraba hoy jueves en dar captura a los líderes Khair Mundus y Furuji Indama, y en cercar a unos sesenta rebeldes que consiguieron escapar y se han atrincherado en las colinas de Silangkum y Baguindan, tapizadas por una densa vegetación. En julio de 2007, los rebeldes tendieron una emboscada a una patrulla militar y luego decapitaron a diez miembros de las fuerzas de elite, un suceso que provocó un enorme escándalo en Filipinas y la ira de la presidenta, Gloria Macapagal Arroyo.

Las autoridades militares estiman que en la actualidad las filas de Abu Sayyaf están integradas por unos 350 seguidores, repartidos en Basilan y la vecina isla de Jolo. Según los analistas se mueve por intereses criminales, y su importancia es menor que la del Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), fundado en 1977. En noviembre de 2007, Manila anunció que había alcanzado un acuerdo con el FMLI sobre los límites de un Estado musulmán, pero el Tribunal Supremo sentenció la inconstitucionalidad del acuerdo. El fracaso de las negociaciones reanudó los combates, que a mitad de octubre de 2008 habían desplazado a 390.000 personas.

El Ejército del Pueblo Nuevo, brazo militar del Partido Comunista, también está activo en el sur del país. Está previsto que las conversaciones de paz se reanuden a final de este mes, pero los analistas creen que la presidenta Arroyo, carece de la voluntad y la autoridad para realizar avances en las negociaciones para que insurgentes que llevan en activo desde hace décadas depongan las armas.