A la caza del gadafista
Crónica de la detención de tres supuestos leales al dictador en un barrio de la capital
El joven que se ve dentro del coche acaba de ser detenido por presunto gadafista. En el asiento de atrás, que no aparece en la foto, hay otros dos detenidos junto a las cajas de documentación que les han incautado. La persona de barba que aparece en la foto acaba de llegar al lugar del suceso, ha enseñado una tarjeta de identificación y está tratando de imponer el orden. Ha acudido, como otra gente armada, en cuanto se han oído varias ráfagas de tiros. Entre los milicianos que rodean la casa hay quien grita amenazante a los gadafistas. El de barba intenta protegerlos antes de llevárselos detenido. Nadie quiere fotos.
La escena se desarrolla a cinco minutos a pie del hotel Radison Blue, donde se aloja buena parte del Gobierno interino de Libia. Son las siete de la tarde de hoy martes, la misma hora en la España peninsular. Siguen sacando cajas de documentación de la casa. En algunas de ellas hay fotos de Gadafi.
De pronto, dos hombres empiezan a discutir. Uno golpea al otro, que va armada, y trata de quitarle el kalasnikov, para dispararle. Hay quien se mete por medio. Los pocos vecinos que aún quedan como curiosos intentan proteger a tres periodistas occidentales diciéndoles que se vayan de ahí. Ahora, la trifulca se extiende hacia otra calle. Los tres supuestos gadafistas, siguen encerrados en el coche.
Cada tarde y cada noche salen milicianos a la caza de la gente leal al dictador. Cada brigada funciona de forma autónoma y maneja sus propias listas. A veces, los informantes son los recepcionistas de algunos hoteles; otras, los propios vecinos. A veces, la operación se desarrolla en silencio y otras, termina de forma caótica.
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