Tras los ataques... risas
Obama y McCain aparcan los reproches e intercambian chistes en un acto caritativo en Nueva York
Sólo un día después de mantener un acalorado último y decisivo debate, el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain, candidatos a la presidencia de EE UU, han compartido mesa y micrófono esta madrugada para intercambiar chistes en lugar de ataques, en un evento caritativo en Nueva York.
En esta tradicional cena anual (denominada Al Smith dinner), destinada a recaudar fondos para organizaciones benéficas católicas, el aspirante republicano -separado de Obama por el obispo de Nueva York- ha bromeado al anunciar el despido de todos sus asesores de campaña, y en su lugar, ha dicho que "un hombre llamado Joe el fontanero va a ocupar su cargo", en referencia al empresario de Ohio, uno de los grandes protagonistas del tercer debate presidencial. El senador por Arizona también ha provocado carcajadas entre los otros invitados al evento al recordar que se refirió a Obama como "ese" en el anterior cara a cara. "A él no le importa. Él incluso tiene un apodo de mascota para mí: George Bush".
McCain saludó cariñosamente a la senadora Hillary Clinton, presente también en el acto, cuyo creciente entusiasmo apoyando la candidatura de su ex rival Obama ha atraído la atención de los medios, y aseguró: "No puedo quitarme de encima la sensación de que algunos aquí me apoyan. Estoy encantado de tenerte aquí esta noche, Hillary".
Chistes con intención
Llegó el turno de Obama y el candidato demócrata no tardó en soltar el primer chiste al señalar que iba a aclarar uno por uno algunos conceptos y que debía hacerlo sobre todo desde que McCain hizo la famosa pregunta de "¿Quién es Barack Obama?" en una propaganda en Internet.
"No nací en un pesebre", aclaró irónicamente Obama, que añadió que su nombre Barack fue idea de su padre keniano y que significa en swahili "ese". "Mi segundo nombre, Hussein, fue ocurrencia de alguien que no creía que llegase nunca a optar a la presidencia", bromeó.
Aunque no la nombró en ningún momento, el senador por Illinois se refirió a la gobernadora de Alaska Sarah Palin, número dos de McCain, criticada por su propio partido cuando habló de la proximidad de Alaska a Rusia. "Me han dicho al entrar (en el hotel donde se celebraba la cena) que desde aquí es posible ver la Sala Rusa del Té", dijo entre las risas de los presentes.
Los dos aspirantes cerraron sus intervenciones con cálidas y halagadoras palabras dirigidas el uno al otro. Obama agradeció el servicio de McCain al país como prisionero de guerra y McCain recalcó que el candidato demócrata está haciendo historia al ser el primer negro en conseguirlo. "No le desearé suerte, pero sí que le vaya bien", concluyó el republicano.
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