Turquía ilegaliza al mayor partido kurdo
El Constitucional acusa al DTP, que tiene 21 escaños, de vínculos terroristas
El Tribunal Constitucional de Turquía ilegalizó ayer al Partido de la Sociedad Democrática (DTP), la principal formación kurda y la única con representación parlamentaria (21 escaños, de los 550 de la Asamblea), por considerar que existen vínculos entre esta formación y el ilegalizado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
La ilegalización del DTP se produce a raíz del proceso abierto en 2007 por la fiscalía, que acusa al partido de ser "un foco de acciones contra la unidad del país" y de "obedecer las directrices del PKK". El alto tribunal considera que existen vínculos entre el partido DTP y el ilegal PKK, una organización considerada terrorista por la Unión Europa y por Estados Unidos, y que desde 1984 se enfrenta a las autoridades de Ankara para lograr una autonomía de los 12 millones de kurdos que viven en Turquía.
La resolución pone al Gobierno en una posición delicada ante la UE
La resolución fue adoptada de forma unánime por los once magistrados del Constitucional, que también decidieron inhabilitar a 37 dirigentes del DTP, entre ellos su presidente, Ahmet Türk, durante cinco años, para impedir así su integración en otras fuerzas políticas. El alto tribunal ha privado a Türk y a la diputada Aysel Tugluk de su inmunidad parlamentaria, y ha ordenado la confiscación de los bienes del partido.
El tribunal dijo haber tomado en cuenta la ilegalización del partido vasco Batasuna, acusado de pertenecer al entorno de la organización terrorista ETA, para decretar la clausura de la formación pro kurda.
Numerosos observadores consideran que el DTP es la fachada política legal de los rebeldes del PKK. El partido niega los vínculos orgánicos con esa organización, pero rechaza calificarla de terrorista y ha pedido al Gobierno que negocie con ellos.
De hecho, la resolución judicial complica enormemente la labor del Gobierno conservador de base islamista, que acaba de tender la mano a la comunidad kurda para intentar poner fin a un conflicto de 25 años. Y coloca al Ejecutivo de Recep Tayyip Erdogan en una situación delicada ante la Unión Europea, de la que Turquía aspira a formar parte.
Ayer mismo, la presidencia sueca de la UE manifestó su preocupación por la ilegalización del DTP y recordó que la disolución de los partidos "es una medida excepcional que debe ser utilizada con precaución". "La Unión Europea llama a Turquía, país que negocia su adhesión, a tomar las medidas constitucionales necesarias para adaptar su legislación sobre partidos políticos a las reglas europeas", concluye el comunicado de la presidencia sueca.
Nada más hacerse público el fallo, cientos de manifestantes se enfrentaron a la policía en Estambul y en Diyarbakir, la capital del sureste turco.
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