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Sarkozy anuncia medidas policiales para colegios y barrios conflictivos

La oposición acusa al presidente francés de electoralismo ante las europeas

Antonio Jiménez Barca

Hace 15 días, un alumno de 13 años de un instituto de Toulouse que jamás había sido violento apuñalaba a su profesora de matemáticas por haberle castigado la víspera; tres días después, un grupo de desconocidos atacaba un furgón de policía con un fusil de asalto en La Courneuve (Seine Saint-Denis), cerca de París. Son dos de los ejemplos utilizados ayer por el presidente de la República francesa, Nicolas Sarkozy, para abordar el tema de la "creciente inseguridad ciudadana", sobre todo en determinados barrios y en determinados colegios, y anunciar una batería de medidas encaminadas a combatirla, entre las que se cuentan la concentración policial en zonas marginales y la colocación de detectores de metales en institutos problemáticos.

El Gobierno quiere "reconquistar" 25 barrios de manos de la delincuencia

A diez días de las elecciones europeas, la oposición critica el tufillo electoralista de las iniciativas y recuerda que la recurrente batalla de la inseguridad ha sido siempre uno de los temas fetiche de Sarkozy, antiguo ministro de Interior, para atraerse votantes indecisos. El ministro de Educación, Xavier Darcos, replicó a los que les tachan de oportunistas: "¿Cree usted que la profesora de matemáticas que casi se muere de una cuchillada lo hizo por afán electoral?".

Sarkozy, delante de 600 personas (jefes de policía, jueces, expertos en seguridad...), en un tono muy serio, dio para empezar una declaración de principios: "La delincuencia no nace casi nunca del sufrimiento social, sino de la atracción por el dinero fácil. No se dejen intimidar por la dictadura de los buenos sentimientos".

Después advirtió que para su Gobierno "la reconquista" de determinados barrios, a su juicio tomados por los delincuentes, se ha convertido en una prioridad. Los cifró en 25, no citó ninguno, pero indicó que 24 se encuentran en París y sus alrededores. Sobre ellos se concentrará, según Sarkozy, un despliegue policial sin precedentes que dejó sin cuantificar en su totalidad pero al que encargó una misión: "No dejar a los golfos ni una calle, ni un sótano, ni un hueco de escalera". El presidente ordenó a los mandos policiales acudir a los lugares conflictivos "para manifestar la autoridad del Estado" y anunció que dos funcionarios especializados en delitos fiscales investigarán el origen de fortunas dudosas.

Sarkozy añadió que se estudiará el estado de 184 centros escolares especialmente conflictivos a fin de determinar si se colocan en ellos arcos de detección de metales con el objetivo de perseguir las armas en los institutos. Además, los responsables de los centros escolares tendrán a partir de ahora el derecho de registrar las carteras y mochilas de los alumnos. Y habrá un cuerpo "volante" de policías especializado en la delincuencia escolar. Sarkozy también anunció que está pensando en utilizar a miembros de la reserva civil de la policía, esto es, voluntarios o jubilados, para custodiar las escuelas y sus accesos.

La oposición calificó de catastrofista e improvisado el tono de la alocución y reclamó más profesores por estudiante para extirpar la violencia de los institutos problemáticos.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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