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"No maté a Olof Palme", declara Christer Petersson

, Christer Petersson, un vagabundo alcohólico de 42 años con un pasado de violencia y desequilibrios mentales, fue acusado ayer formalmente ante el tribunal que le juzga de ser el asesino de Olof Palme. El procesado se declaró inocente de los cargos.

Palme fue asesinado por la espalda en febrero de 1986. Una de las balas supuestamente disparadas por Petersson hirió superficialmente a Lisbet Palme y por ello es también acusado de intentar asesinar a la mujer del líder sueco. "No maté al primer ministro Olof Palme", declaró ayer Petersson. "No intenté matar a Lisbet Palme". Suecia se dispone a seguir con la respiración contenida el juicio del siglo, que el 42 % de los suecos cree no llegará a ninguna parte.Las primeras líneas del que se pretende sea al capítulo final de la extraña historia del asesinato de Palme se escribieron ayer por la mañana en la sala 13 de lo criminal del tribunal de Estocolmo, que trata de los delitos contra la seguridad nacional.

Dos jueces y seis miembros del jurado escucharon cómo el fiscal resumía los 3.000 folios del sumario y acusaba a Petersson de haber disparado contra los Palme la noche del 28 de febrero de 1986, al poco de que la pareja saliera de un cine en el centro de Estocolmo.

Cuando el presidente del tribunal preguntó al acusado si se consideraba culpable, Petersson, con voz profunda y firme, declaró: "No maté al primer ministro Olof Palme. No intenté matar a Lisbet Palme. El asesinato de Palme fue un hecho vil que yo nunca podría haber cometido".

En esta su primera comparecencia pública, el presunto asesino, que vestía una chaqueta deportiva a rayas blancas y negras, estaba pálido, demacrado y muy nervioso. Su negativa fue una declaración leída.

Anders Helin, el fiscal, leyó luego, en largo y monocorde discurso, las circunstancias en que se produjo el hecho. "Probablemente vio a los Palme entrar en el cine. Esperó hasta que terminó la película y les siguió. Luego les adelantó, esperó en una esquina a que pasaran e hizo dos disparos: el tiro qua mató a Olof Palme y el tiro que hirió a Lisbet Palme".

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El compló kurdo

Helin descartó las teorías que han circulado sobre un compló kurdo y otro de la policía e insistió en que el asesinato lo ejecutó el hombre sentado en el banquillo. No hay la más mínima prueba irrevocable contra Petersson y la tesis del fiscal es que puesto que el acusado estaba junto a lo s Palme y el primer ministro cayó asesinado, él fue quien disparó.La carga de la prueba se basa en declaraciones de testigos que dicen reconocer en Petersson al hombre que merodeaba por los alrededores del cine y siguió a los Palme, pero nadie, ni siquiera Lisbet Palme, le vio con el revolver homicida en la mano, un arma que sigue sin aparecer.La viuda del primer ministro es la auténtica figura clave del juicio, pues ella es la única que pudo ver al asesino, y ella es quien identificó a Petersson en una rueda de reconocimiento hecha con un vídeo.

Irregularidades

El abogado defensor ya apuntó ayer cuál va a ser su línea argumental, basada en las irregularidades habidas en el proceso de identificación: que no hubo declaración formal de la testigo, que el acusado era el único que en el vídeo aparecía con calzado de estar internado y no de calle, y que la identificación no fue en vivo.

Varios de los testigos del fiscal, por lo demás, son gente del mundo del hampa o próximos a él y, por ello, poco fiables, según la defensa.Arne Liljeros, el abogado, dice tambien que su cliente no tenía nada contra Palme y que siempre votó socialdemócrata -algo que contradicen algunos testigos, que le oyeron atacar verbalmente al primer ministro- y ayer insistió en la llamada pista kurda al pedir dos policías que trabajaron en ella comparezcan ante el tribunal, en un intento de desviar la atención que recae sobre Petersson.

Nunca nadie ha reivindicado la autoría del crimen, ejecutado en silencio y sin que el asesino dijera algo que denotara un motivo y sólo el 18%. de la población cree que Christer Petersson es el hombre que disparó contra el primer ministro sueco Olof Palme.

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