La OTAN envía 8.000 soldados a los comicios de Afganistán
Entre 8.000 y 10.000 soldados reforzarán circunstancialmente el creciente despliegue militar de la OTAN en Afganistán para proteger el desarrollo de las elecciones presidenciales que se celebrarán el 20 de agosto. España contribuirá con un batallón de 450 militares que serán repatriados un mes después de que concluya el proceso electoral.
La celebración de unas presidenciales limpias y creíbles en Afganistán es el reto de calendario más urgente de la comunidad internacional, que espera salvarlo para concentrar inmediatamente después esfuerzos y estrategias en la estabilización del país. El refuerzo militar electoral es puramente coyuntural, aunque algunos países han manifestado su disposición a mantener estas fuerzas adicionales tras la consulta. España se retirará al mes de concluido el proceso, que podría requerir de una segunda vuelta a celebrar en fecha aún no determinada.
Los ministros aliados, junto a los de otros países contribuyentes a la Fuerza Internacional de Seguridad en Afganistán (ISAF), dieron ayer el visto bueno a una nueva estrategia que enfatiza lo civil sin ceder presión militar. De ahí la reordenación de la estructura de mando castrense, que a partir de ahora estará bajo las órdenes del general norteamericano Stanley McChrystal, un veterano de los servicios especiales.
El modelo es Irak
"La lógica es clara, dado que la misión ya supera los 60.000 soldados y seguirá creciendo", explicó el secretario general aliado, Jaap de Hoop Scheffer. Washington sigue en Afganistán el modelo de la intensa presión militar probado con aparente éxito en Irak. A finales del año pasado, estadounidenses y restantes aliados se repartían por mitades los alrededor de 65.000 militares desplegados en el país. Ahora hay 56.000 estadounidenses y unos 33.000 aliados. Washington elevará antes del invierno su contribución hasta unos 68.000.
Los responsables de Defensa de los Veintiocho dieron también el visto bueno a la continuidad de la presencia aliada en el combate contra la piratería en la zona de Somalia. La decisión pareció postergada el día anterior, pero en la cena del jueves se pusieron todos inesperadamente de acuerdo. Frente a las anteriores presencias cortas y discontinuas, la misión aprobada ayer tiene vocación de permanencia en el tiempo.
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