Mueren 16 policías en un ataque contra un cuartel al oeste de China

La amenaza terrorista sobrevuela Pekín a tres días del inicio de los Juegos Olímpicos. Dos hombres armados con granadas de mano caseras y cuchillos lanzaron ayer un camión contra un grupo de policías en Kashgar, en la región musulmana uigur de Xinjiang, al oeste de China, causando 16 muertos y otros tantos heridos, según el Gobierno.

El Gobierno ha desplegado 100.000 agentes para proteger a los atletas

La autoría no ha sido reivindicada aunque la agencia oficial de noticias Xinhua sostiene, citando fuentes policiales de Kashgar, que se trata de "un atentado". El camión embistió a los policías cuando hacían gimnasia a primera hora de la mañana en una calle cercana al cuartel. Tras chocar contra un poste eléctrico, dos hombres descendieron del vehículo, arrojaron unas granadas contra los barracones y acuchillaron a varios oficiales antes de ser detenidos. Catorce agentes murieron en el acto; otros dos, en el trasladado al hospital. Pekín no identificó a los autores.

Las autoridades chinas llevan meses insistiendo en que los movimientos musulmanes que buscan la independencia de Xinjiang -donde entre la minoría musulmana uigur hay un fuerte resentimiento contra Pekín- planean lanzar ataques terroristas durante la competición. El Comité Organizador de los Juegos Olímpicos (Bocog) trató de lanzar ayer un mensaje tranquilizador. "Hemos reforzado la seguridad en todas las instalaciones y en la villa olímpica. Estamos perfectamente preparados para responder a cualquier amenaza", dijo su portavoz, Sun Weide.

El de ayer no es un ataque aislado. En mayo y julio cinco personas murieron en dos explosiones ocurridas en Shanghai y Kunming (en la provincia sureña de Yunnan). Un grupo llamado Partido Islámico del Turkestán (TIP, en sus siglas en inglés) se hizo responsable del doble ataque. Algunos expertos creen que el TIP es la rama política del Movimiento Islámico del Turkestán Oriental, organización que persigue la independencia de Xinjiang y que opera también en Afganistán. Tanto la ONU como Estados Unidos la consideran terrorista.

China asegura que la policía de Xinjiang ha desmantelado en la primera mitad del año cinco células, abortado varios atentados y detenido a 82 supuestos terroristas, aunque ha presentado pocas evidencias.

Kashgar se encuentra en la ruta de la seda, 4.000 kilómetros al oeste de Pekín, cerca de las fronteras con Tayikistán, Pakistán y Afganistán. Es una ciudad con gran presencia de la minoría de origen turco uigur. Tiene un casco antiguo con numerosas mezquitas y barrios parecidos a los que existen en Turquía y que en los últimos años ha sufrido una gran transformación, ante la creciente llegada de chinos de la etnia Han, mayoritaria en el país.

Muchos uigures no se sienten chinos y critican que su región sea de las más pobres de China pese a tener grandes depósitos de gas y petróleo. La prensa china, controlada por el Gobierno, apenas informa de la violencia en Xinjiang, donde existe una oposición armada de irregular actuación. Es difícil saber hasta qué punto el terrorismo islámico supone una amenaza. Algunas organizaciones de derechos humanos y uigures acusan a Pekín de exagerar la amenaza para encubrir la represión sobre cualquier tipo de disidencia. Xinjiang tiene 8,3 millones de uigures.

El Diario del Pueblo, órgano oficial del Partido Comunista Chino, aseguró en julio en un editorial que los Juegos se enfrentan a "una amenaza terrorista sin precedentes en la historia del olimpismo". El Gobierno ha desplegado 100.000 agentes para garantizar su seguridad.