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Medvédev ve en Alemania el socio clave para la modernización de Rusia

El presidente ruso y Angela Merkel intensifican las relaciones económicas

Pilar Bonet

Rusia considera a Alemania como el país clave para su nueva política exterior, según confirmó ayer el presidente Dmitri Medvédev en presencia de la canciller Angela Merkel al finalizar una cumbre bilateral en la ciudad de Ekaterimburgo. El lunes, ante los embajadores rusos convocados en Moscú, el líder del Kremlin informó de que las nuevas prioridades internacionales del Estado pasan por la modernización tecnológica y la incorporación de elementos innovadores en la economía, y también por una actitud más constructiva y abierta frente al mundo. En el contexto de las llamadas "alianzas de modernización", Rusia, según su presidente, "quiere colaborar con países como Alemania, Francia, Italia, la UE en su conjunto y EE UU". En mayo, en Rostov del Don, Rusia y la UE firmaron un primer documento conjunto para desarrollar ese nuevo marco de relación.

Moscú apuesta por la innovación y la apertura en su política exterior
Siemens firma un contrato de 2.600 millones con los ferrocarriles rusos

Refiriéndose a las "alianzas de modernización", Medvédev dijo ayer que Alemania ocupa el "número uno en la lista". "Tenemos unas magníficas relaciones económicas y por eso en la alianza para la modernización, Alemania debe ocupar el lugar más digno", afirmó en un vehemente alegato. Merkel correspondió al entusiasmo de Medvédev, afirmando que se sentía "obligada" y esperaba ser merecedora del puesto que Rusia le ha asignado.

Los dos líderes estaban acompañados por un amplio séquito de políticos y empresarios. Los contratos más notables firmados durante la cumbre correspondieron a la Siemens, que por 2.600 millones de euros abastecerá a los ferrocarriles rusos con 240 trenes durante diez años. La Siemens modernizará además estaciones de ferrocarril y centros de articulación de trenes, mediante un contrato por 600 millones. Medvédev expresó su confianza en que Siemens participe en Skólkovo, el proyecto para fundar una tecnópolis dedicada a la investigación en las afueras de Moscú. Medvédev apoyó los proyectos de Siemens de construir un centro de investigación energética y biológica y de participar en los órganos de dirección de Skólkovo. La Siemens y dos empresas rusas (Rostecnologia y Rosgidro) han creado una empresa mixta para producir instalaciones de energía solar. Además, Airbus, del consorcio EADS, entregará aviones A330 a la compañía rusa Aeroflot por más de 2.000 millones de euros.

Alemania es el primer socio comercial de Rusia y en los cuatro primeros meses de 2010 el intercambio ha aumentado un 50% -hasta alcanzar 15.200 millones de euros- y, según Medvédev, ha superado la crisis y está prácticamente al mismo nivel que en 2008. En Rusia trabajan 6.000 empresas alemanas y las inversiones acumuladas son de cerca de 16.000 millones de euros. Las inversiones rusas en Alemania son inferiores, pero Medvédev dijo tener "deseo y dinero" de invertir en ese país que resulta "confortable", ya que los rusos tienen bastante menos dificultades que en otros Estados de la UE. El mandatario ruso insistió en la necesidad de suprimir los visados. Merkel, por su parte, apoyó la simplificación de procedimientos para facilitar visados, pero considera que la supresión de los mismos es una tarea de más largo plazo.

Entre los temas que Merkel y Medvédev debatieron el miércoles hasta altas horas de la noche estuvo la investigación del asesinato de Natalia Estemírova, la activista de derechos humanos secuestrada y asesinada en Chechenia hace exactamente un año. Medvédev manifestó que la investigación continúa "a toda marcha" y afirmó que se conoce el nombre del ejecutor del crimen, contra el que hay orden de búsqueda y captura. Sus palabras sorprendieron a los colegas de Estemírova, de la organización no gubernamental Memorial, ya que la tesis oficial es que el asesino fue Aljazur Basháev, un guerrillero muerto en una operación policial en noviembre en Chechenia. En Memorial consideran que el instigador del crimen es el presidente checheno, Ramzán Kadírov.

Medvédev y Merkel discutieron la ley que amplía las competencias del Servicio Federal de Seguridad. La ley, en proceso de aprobación en la Duma Estatal, prevé la legalización de la "conversación preventiva", una práctica soviética que da a los servicios de seguridad prerrogativas para citar a un ciudadano que, a su juicio, podría cometer un delito.

La relación entre Medvédev y Merkel es fluida. Ambos se tutean y en su cena nocturna el miércoles en Ekaterimburgo hablaron del campeonato del mundo de fútbol y, según el líder ruso, se comieron al hermano del pulpo Paul, que pronosticó la derrota de Alemania. Según Medvédev, una parte importante de la delegación rusa en la cumbre de Ekaterimburgo iba a favor del equipo alemán.

La canciller alemana Angela Merkel y el presidente ruso, Dmitri Medvédev, en la cumbre bilateral celebrada ayer en Ekaterimburgo.
La canciller alemana Angela Merkel y el presidente ruso, Dmitri Medvédev, en la cumbre bilateral celebrada ayer en Ekaterimburgo.EFE

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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