La Iglesia cubana niega haber cerrado una revista crítica con el régimen

El cierre de la revista católica cubana Vitral no está decidido, según el obispado de Pinar del Río, la diócesis del occidente de la isla de la que depende la publicación bimensual, conocida por sus análisis críticos de la realidad cubana y el tono de denuncia política de sus editoriales. La semana pasada, el consejo editorial de la revista anunció en una breve nota de prensa que, "por falta de recursos", no podía "garantizar más la salida de la revista", lo que provocó desconcierto y polémica.

En un comunicado, el obispo de Pinar del Río, Jorge Enrique Serpa, rechazó el lunes haber determinado el "cierre" de Vitral, si bien reveló que había pedido excluir de la línea editorial "expresiones agresivas y contestatarias".

Serpa no aludió en ningún momento a Dagoberto Valdés, director de la revista y fundador del Centro de Formación Cívico Religiosa (CFCR) de Pinar del Río, creado en 1993, que imparte cursos de diversos tipos, incluidos algunos sobre temas de alto voltaje en la Cuba socialista, como derechos humanos o democracia y pluralismo político. Vitral —al igual que el CFRC— ha generado constantes fricciones entre la Iglesia y las autoridades, y era vista también con recelo por parte de la jerarquía católica por su lenguaje beligerante y su tono de denuncia.

Serpa, que se hizo cargo de la diócesis hace pocos meses —después de que pasara a retiro el anterior obispo, José Siro, identificado con los sectores bravos de la Iglesia—, asegura que "cualquier diócesis revisa sus estructuras pastorales y contenidos y se debe buscar conjuntamente con los sacerdotes, las religiosas y los fieles laicos lo que se vea mejor para el trabajo pastoral diocesano".

"Así lo hemos hecho con el CFCR, redistribuyendo sus contenidos en las comisiones diocesanas correspondientes", dice el prelado, que llega a cuestionar el profesionalismo de los editores de Vitral.

Según Serpa, el último número de la revista empezó a distribuirse el 8 de abril e incluye una reseña de una ceremonia que debía realizarse una semana después. "Esto ha constituido una falta de respeto al lector, que pide verdad y no ambigüedad en la información".

En el trasfondo de la polémica esta el contenido editorial, abiertamente político, de la revista.

En su último número, por ejemplo, Vitral asegura que Cuba vive "una hora de oportunidades", y que es momento de "dejar de aferrarse a una forma de organizar la sociedad que ya pasó, a unas ideologías que ya pasaron, a unos estilos de trabajo que están trasnochados, a una forma de convivir que ya pasó".

El nuevo obispo de Pinar del Río dijo que, a su llegada a la diócesis, había pedido "mantener en la revista Vitral la verdad, basada en el Evangelio y en la doctrina social de la iglesia, sin caer en expresiones agresivas y contestatarias", pero que "nunca se habló de cerrar o terminar" la revista, fundada en 1994. El obispo señaló que convino con el equipo de la publicación que, "en caso de que se agotaran otras alternativas", aparecería el aviso sobre la falta de recursos en el número 78, que empezaría a circular a fines de abril.

"Sin embargo, fue publicada en la primera semana de dicho mes, adelantando la información a los medios de comunicación", dijo el obispo. "No entiendo a qué móvil respondió tanta urgencia". Dagoberto Valdés no quiso hacer declaraciones.

Por otro lado, el activista de los derechos humanos Elizardo Sánchez, informó de que la semana pasada fue condenado a cuatro años de cárcel el periodista opositor Óscar Sánchez Madan, acusado de "peligrosidad predelictiva". Sánchez Madan, de 44 años, escribía regularmente para el servicio de noticias disidente Cubanet, desde la localidad de Unión de Reyes, en la provincia occidental de Matanzas.

El opositor fue detenido el viernes y condenado poco después en un juicio sumarísimo. Según Elizardo Sánchez, con él son ya 25 los periodistas disidentes encarcelados y unos 270 los presos políticos cumplen condena en cárceles de la isla.