Guerra de carteles en La Habana
EE UU y Cuba vuelven a enfrentarse en el paseo marítimo de la capital con acusaciones políticas en paneles luminosos
El último episodio de la guerra de los carteles entre Washington y La Habana huele fatal. Desde que el pasado lunes la Sección de Intereses de Estados Unidos (SINA) comenzó a emitir noticias y artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos desde unos gigantescos paneles instalados en la fachada de su sede, en pleno malecón de la capital cubana, se espera la respuesta del Gobierno de Fidel Castro. En medios diplomáticos y periodísticos se cruzan apuestas sobre el calibre de la reacción, mientras los funcionarios norteamericanos dicen estar listos para lo que venga.
El lunes, al caer la noche en el malecón, los transeúntes y chóferes que circulaban por el paseo marítimo se sorprendieron al ver en el quinto piso de la SINA un gigantesco cintillo electrónico de unos 30 metros de largo por dos metros de alto que, a modo de teletipo noticioso, transmitía informaciones del día y fragmentos de artículos de la Declaración Universal sobre la libertad de expresión, reunión o participación política. "Saludos del pueblo de Estados Unidos al pueblo cubano", comenzó el mensaje. Después, durante seis horas, la SINA fue intercalando noticias de actualidad con frases de Martin Luther King, como ésta: "El hombre es hombre porque es libre de actuar dentro del marco de su destino, de tomar decisiones y elegir entre alternativas".
El panel de EE UU muestra textos sobre la Declaración Universal de Derechos Humanos
Según una nota de la oficina diplomática, el panel instalado en la SINA consta de 25 pantallas y fue inaugurado en conmemoración del 77º aniversario del natalicio de King. "Buscamos proveer información al pueblo cubano, sin censura. La intención es romper el bloqueo informativo al que están sometidos los cubanos", dijo una fuente norteamericana.
El lunes y el martes, la pantalla electrónica comenzó a funcionar a las 6 de la tarde y terminó a las 12 de la noche, y sus grandes letras lumínicas de color rojo se veían a 150 metros de distancia. El miércoles y el jueves no hubo transmisiones. La SINA no ha explicado las razones, pero funcionarios norteamericanos dijeron que la política de "poner información independiente al servicio del pueblo cubano" va a seguir.
Según fuentes cubanas, como ocurrió a finales de 2004, cuando el anterior jefe de la SINA, James Cason, hizo instalar en los jardines de la sede diplomática un cartel navideño con el número 75 -en alusión al encarcelamiento de igual número de disidentes en 2003- el Gobierno de Fidel Castro ha expresado su protesta a EE UU por canales diplomáticos. En aquella oportunidad, Cuba pidió el retiro del cartel pero, ante la respuesta negativa de Washington, colocó vallas con fotos de torturas realizadas por militares estadounidenses en Irak. El cartel con el número 75 fue retirado después de las Navidades, pero los contracarteles revolucionarios todavía hoy están frente a la SINA.
La llegada a Cuba en el segundo semestre del año pasado de Michael Parmly, el nuevo jefe de la oficina diplomática estadounidense, de estilo menos estridente que su antecesor, pareció calmar las aguas, pero fue un respiro momentáneo: el 10 de diciembre, coincidiendo con el Día Internacional de los Derechos Humanos, el diplomático criticó duramente al Gobierno cubano en su primer discurso público en su residencia, ante varios miembros de la oposición. Castro, que hasta entonces se había referido a Parmly como un "funcionario de actitud respetuosa", lo calificó de "bandido". "Y prepárense para lo que viene", comentaba un diplomático europeo.
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