EE UU registra 18 muertos con pistolas eléctricas desde 2003
Washington revisa la utilización de esas armas por parte de la policía
Técnicamente hablando, no se consideran letales. Pero en Canadá han muerto por el uso de las pistolas eléctricas Taser 18 personas desde 2003, según informó ayer el ministro canadiense de Interior. La última, un ciudadano polaco el pasado mes de octubre en el aeropuerto de Vancouver, lo que ha desatado el debate sobre este tipo de pistolas y las críticas a la policía canadiense. En EE UU, el número se eleva hasta 280 desde 2001, según Amnistía Internacional. Taser es el acrónimo de Thomas A. Swift's Electric Rifle (Rifle Eléctrico de Thomas A. Swift, nombre sacado de un personaje de cómic que su inventor le dio cuando la diseñó en 1969).
Desde hace un año, el Departamento de Justicia de EE UU está embarcado en un estudio y revisando las muertes de 180 personas que murieron después de que agentes de la ley emplearan sobre los detenidos descargas eléctricas provenientes de la pistola Taser para reducirlos.
Las Taser se usan como método alternativo a las clásicas porras o incluso a disparar sobre un sospechoso, que según alegan las fuerzas del orden son métodos que, al final, provocarían más daños y posibilidades de muerte que las descargas eléctricas. Son calificadas como "menos letales" porque se considera que su utilización sobre personas está probado seguro.
Pero la realidad desmiente esta teoría. Los números hablan por sí solos y la justicia de EE UU está embarcada en un estudio de dos años para clarificar su empleo. En los últimos meses ha habido varios casos que han llegado a conocimiento de la opinión pública. El más reciente es la muerte de un ciudadano polaco a manos de la policía en el aeropuerto de Vancouver (Canadá), que fue grabada por un pasajero al que la policía le requisó la cinta.
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