Clinton irrita a México al compararlo con la Colombia de los ochenta
La secretaria de Estado de EE UU dice que los carteles de la droga "están mostrando cada vez un mayor nivel de insurgencia".- El Gobierno de Calderón rechaza sus declaraciones
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, realizó ayer unas declaraciones sobre México que no han sentado nada bien a las autoridades de ese país. Durante una intervención ante el Consejo de Relaciones Exteriores en Washington, la jefa de la diplomacia estadounidense afirmó que los carteles de la droga en México y Centroamérica "están mostrando ahora cada vez un mayor nivel de insurgencia", hasta el punto de que México "cada vez se parece más a la Colombia de hace 20 años, donde los narcotraficantes controlaban ciertas partes del país".
Como ejemplo, Clinton citó los recientes atentados con coche bomba, algo que antes no existía, y afirmó que se requerirá una combinación de mejor capacidad y "voluntad política" para evitar que el problema se propague". Se calcula que más de 28.000 personas han muerto desde que el gobierno intensificó su batalla contra el narcotráfico a fines de 2006.
Aunque la secretaria de Estado reconoció también el esfuerzo del Gobierno de Calderón para combatir la violencia y el narcotráfico, pelea en la que su propio país se ha involucrado con acuerdos y colaboraciones en planes conjuntos en la frontera, sus palabras no han gustado demasiado en el Ejecutivo mexicano, que se ha apresurado a responder por boca del portavoz de Seguridad Nacional, Alejandro Poiré.
En conferencia de prensa, Poiré ha subrayado que hay diferencias profundas sobre el problema que enfrentó Colombia y el que afronta México, entre ellas el nivel de penetración de las organizaciones delictivas en la vida política y económica, muy profundo en Colombia, mientras que en México "las reformas legales y la renovación de las instituciones que se está llevando a cabo es para detener precisamente el avance de las organizaciones criminales".
Además, Poiré ha querido recordar que la demanda de drogas de ambos países deriva del consumo de las mismas en Estados Unidos, y que en la Colombia de hace 20 años el capo Pablo Escobar, líder del cartel de Medellín, ocupaba un escaño parlamentario, algo que en México no sucede.
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