El Gobierno vasco confirma el plan para matar a López

El lehendakari, el socialista Patxi López, se encontraba el lunes de viaje en Reino Unido cuando el consejero de Interior, Rodolfo Ares, le llamó para contarle que ETA tenía previsto matarle con un fusil de precisión durante el homenaje al inspector de policía Eduardo Puelles en junio de 2010.

López asumió la revelación con tranquilidad, tanta que no comentó nada entre quienes le acompañaban en su visita a la London School of Economics para dar una conferencia, según explicó un miembro de la delegación vasca. La noticia no le cogió por sorpresa, teniendo en cuenta que su Gobierno había sido considerado "objetivo prioritario" por la banda poco antes de su toma de posesión en mayo de 2009.

Tras difundirse las intenciones del comando Otazua, desarticulado la semana pasada, López confirmó la existencia del plan desde Oxford, donde volvió a incidir en que la "firmeza" frente a la banda es clave para lograr que "un nuevo tiempo se abra en Euskadi". López aprovechó lo ocurrido para rendir un homenaje a "todos los amenazados que viven en el País Vasco", a quienes "por tener ideas o ejercer una profesión o defender su empresa viven bajo la amenaza del terrorismo".

En la misma línea se pronunció la portavoz del Ejecutivo vasco, Idoia Mendia, quien se limitó a decir que el lehendakari asumió la noticia con "tranquilidad y serenidad". Sí quiso mostrar su rechazo hacia las declaraciones del responsable de EA en Navarra, Maiorga Ramírez, que interpretó la "filtración" de los planes del comando Otazua como un intento de "neutralizar las denuncias de torturas" de los etarras detenidos.