Aguirre: "Estas elecciones deberían ser generales"

El PP ha planteado una campaña de ámbito nacional, una especie de moción de censura a través de las urnas cuya punta de lanza es Madrid, con Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón como principales arietes y los argumentos de la crisis y ETA como ejes. En su primer mitin de campaña tras el acto de apertura de anoche, la candidata a la Comunidad de Madrid ha seguido a rajatabla la estrategia nacional del PP y ha asegurado que "estas elecciones", en las que se deciden los gobiernos de otras 12 comunidades autónomas además de Madrid y de todos los municipios de España, "deberían ser unas elecciones generales".

A juicio de Aguirre, la crisis económica que sufre el país "es el resultado de la frivolidad de los socialistas". La candidata, que aspira a su tercer mandato consecutivo con el viento de los sondeos soplando a favor, ha señalado que el PP ve que" los españoles han llegado a la conclusión de que tiene que acabarse el desastre de estos siete años de Gobierno socialista" cuyo "balance es una España arruinada, dividida, sumida en el paro y con ETA en las instituciones democráticas".

"Si ETA vuelve a estar en las instituciones es porque así lo han querido los socialistas", ha remachado después de que el Tribunal Constitucional corrigiera anoche al Supremo y permitiera a Bildu presentarse a los comicios. Ha lamentado que los concejales del PP en el País Vasco y Navarra "se tengan que sentar en los ayuntamientos con los que apuntan, disparan y matan". La presidenta de Madrid ha lanzado en este punto un recuerdo a "todas las víctimas del terrorismo etarra" y a los policías y guardias civiles que "se han jugado la vida para recolectar las pruebas irrevocables de que Bildu es una maniobra de ETA". Sobre la crisis, ha dicho que el paro que azota a España da la "sensación" de que "ni el presidente del Gobierno, ni sus delfines, ni sus ministros tienen la menor idea de qué hacer ahora con la que han liado".

"La sanidad, universal, gratuita y de la más alta calidad"

Aguirre ha dedicado la mayor parte de su discurso a cargar contra el Gobierno socialista y a lanzar dardos contra su rival político, Tomás Gómez, al que ha vuelto a acusar de "mentir" -Gómez insiste en que el PP impondrá el copago en la próxima legislatura si gana las elecciones-. Aguirre ha dicho: "Mientras yo sea presidenta, la sanidad de Madrid será universal, gratuita y de la más alta calidad".

La presidenta ha querido hacer un juego de palabras con los carteles de películas que Tomás Gómez puso en Callao. "No vamos a hablar de factorías cinematográficas ni vamos a mentir ni tenemos que insultar ni vamos a hablar del marido -Aguirre se mostró molesta por uno de los carteles socialistas, que decía Adiós condesa en referencia al título nobiliario de su marido- o de la mujer de nadie", ha declarado, para añadir: "Hablaremos con datos".

El acto ha reunido a Aguirre y al candidato a la Alcaldía, Alberto Ruiz-Gallardón, para presentar los autobuses de campaña del PP, que recorrerán la Comunidad de Madrid pidiendo el voto para su candidatura. Son tres en total y cada uno con sus inquilinos y sus lemas. Uno es de Nuevas Generaciones, otro de Aguirre, cuyo lena no es el Gente con Esperanza conocido hasta ahora y con el que se lanzó su web electoral, sino Toda España espera un cambio, comenzamos el 22-M. El tercero es el de Gallardón, que sí ha mantenido el de su página, Porque nos gusta Madrid, porque nos gustas tú. A ambos candidatos los ha arropado Pío García Escudero, presidente de honor del PP y portavoz del grupo popular en el Senado.

Por su parte, Gallardón sí que se ha centrado en la capital y ha anunciado que va a "hacer una campaña muy de calle", al tiempo que ha repasado los "éxitos" de sus dos mandatos, ocho años en los que, a su juicio, ha "transformado" la ciudad gracias a grandes proyectos como el soterramiento de la M-30, Madrid Río, la ampliación del Metro...