La UE anuncia un acuerdo para enviar observadores que controlen el suministro de gas
El compromiso no garantiza la reanudación del suministro. -La UE lanza un ultimátum a ambos países para que reanuden las exportaciones mientras la situación es especialmente grave en Bulgaria
La Unión Europea ha logrado un acuerdo con Rusia y Ucrania para enviar a ambos países observadores que controlen el suministro de gas natural hacia el territorio comunitario, ha anunciado este miércoles el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso. Los detalles concretos se acordarán este jueves en Bruselas en reuniones que el comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, y la presidencia checa de la UE mantendrán con responsables del consorcio gasístico ruso Gazprom y de la empresa ucraniana Naftogaz
En esas reuniones se fijarán las condiciones técnicas y el establecimiento de la comisión de control que ha de verificar que es verdad lo que dicen unos y otros, y que se situará en ocho puntos de contacto, ha explicado por su parte el primer ministro checo, Mirek Topolanek, en una conferencia de prensa conjunta con Barroso. Sin embargo, ha añadido el envío de observadores no garantiza las conversaciones entre Rusia y Ucrania tengan éxito y ha dicho que si el suministro no se recupera "de forma inmediata y fluida" la UE celebrará el lunes una reunión extraordinaria de Ministros de Energía.
La mayoría tiene reservas para varias semanas; otros, para apenas unos días
En esta misma línea se ha pronunciado Durão Barroso, que ha considerado este miércoles "inaceptable" que Rusia y Ucrania utilicen el suministro de gas como "rehén" en sus negociaciones bilaterales y ha exigido a ambos países su restablecimiento "inmediato".
Corte total de suministro en Europa
Mientras tanto, la guerra del gas que enfrenta a Rusia y Ucrania ha pasado este martes por la noche a un nuevo estadio tras el corte total del suministro hacia Europa a través de territorio ucranio mientras los protagonistas del conflicto se acusan mutuamente de haber cerrado el grifo. Hasta el momento, 16 países europeos -11 de ellos de la UE- se han visto afectados por la reducción de las exportaciones de este carburante en plena ola de frío y la situación es especialmente grave en Bulgaria, que depende de las importaciones desde Rusia en más de un 90%. Los domicilios de dos ciudades del este de ese país, Varna y Dobrich, ya no tienen combustible para poner la calefacción y la temperatura baja de los cero grados. Su vecina Rumania ha declarado el estado de emergencia y ha afirmado que tiene recursos suficientes de gas para 100 días.
"A las 07.44 (hora peninsular) se suspendió totalmente el suministro de gas a través de la última estación de bombeo hacia Ucrania, Sudzha", ha asegurado a la prensa el portavoz de la compañía ucrania Naftogaz, Valentín Zemliaski, y al no recibir carburante de Rusia, la compañía ucrania a su vez se ve "obligada a cortar por completo los suministros de gas a Europa", ha puntualizado. Un extremo que niega el gigante ruso Gazprom, que acusa a su vez a Ucrania de haber cortado "el último gasoducto por el que el gas ruso se suministraba a Europa", ha asegurado su vicepresidente, Alexandr Medvédev.
Además, también han entrado en el cruce de acusaciones los Gobiernos de ambos estados. "Considero necesario que antes de que concluyan las negociaciones sobre el suministro de gas ruso a Ucrania y su tránsito hacia los consumidores europeos en 2009, se restablezca la distribución diaria operativo de carburante hasta los Estados de Europa en los volúmenes y destinos que se aplicaban el 31 de diciembre de 2008", ha afirmado hoy el presidente ucranio, Víctor Yúschenko, en su mensaje a su colega ruso, Dimitri Medvédev y al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso.
En la lista de afectados, además de Bulgaria y Rumania, se encuentran Hungría, Eslovenia, Austria, Polonia, Grecia, Alemania, Francia e Italia, al igual que otros estados no comunitarios como Serbia o Macedonia. Países como España, Irlanda y el Reino Unido figuran entre los menos expuestos a la crisis ya que no importan gas de Rusia.
Los problemas de suministro que afronta Europa empezaron la semana pasada, cuando Rusia y Ucrania abrieron otra guerra del gas (hubo un enfrentamiento similar en 2006). El 1 de enero Gazprom paralizó el envío de gas que vende a Ucrania por el impago de una deuda millonaria y la falta de acuerdo en el precio del combustible para 2009. El lunes, Moscú denunció a Kiev por el supuesto robo del gas que envía Gazprom a la UE a través de su vecino ex soviético y ordenó recortar también esos envíos para castigar al país. Rusia envía el 80% del gas que vende a la UE a través de Ucrania, lo que equivale a unos 300 millones de metros cúbicos.
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