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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La violencia del 'full contact'

Contacto sangriento (Bloodsport) es una peliculita de ínfima categoría que basa su emotividad en la violencia. El pretexto son las artes marciales, en su modalidad de full contact, peligrosa licencia que en el filme transforma el deporte en carnicería, y puede finalizar con la muerte del adversario.Aunque cada combatiente que participa elige con libertad y eclecticismo su forma de luchar, la modalidad aquí protagonista es la del ninjitsu, la practicada por el personaje principal, un estadounidense perteneciente al cuerpo de comandos del Ejército, iniciado por un maestro japonés desde su juventud.

Al finalizar la violenta y reiterativa narración fílmica, combate tras combate, se informa que el guión está basado en hechos reales protagonizados por Frank W. Dux, un campeón de la irregular olimpiada que se nos presenta, que se dedicó después a enseñar la mencionada disciplina.

Contacto sangriento

Dirección: New Arnold. Guión: Sheidon Lettich, Christopher Cosby, Mel Friedrnan. Fotografía: David Worth. Música: Paul Hertzog. Producción: Mark di Salle. Estados Unidos, 1987. Intérpretes: Jean Claude van Dame, Donald Gibb, Leah Ayres, Norman Burton, Forest Whitaker, Roy Chiad, Philip Chan. Estreno en Madrid. Cines Regio, Velázquez, Bilbao y Palacio de la Prensa.

Hong Kong

La acción se sitúa en Hong Kong durante el desarrollo del Kuomite -olimpiada secreta de las artes marciales que esconde su escenario en los recónditos y desaconsejables laberintos de dicha ciudad, y está amparada por la Asociación Internacional de las Artes de la Lucha-. En ella se incluye una mínima relación sentimental y un escaso goteo cómico, diluidos en el salpicar de sangre y los vuelos y demoledores golpes de los incansables luchadores.El prólogo iniciático y los entrenamientos dejarán lugar a la reiteración de los combates, mientras la violencia va aumentando, hasta llegar a un final digno de la maniquea peripecia argumental.

En el combate final, no podía ser de otra forma: el puro estadounidense se enfrentará al sanguinario y temible rival oriental de turno.

Contacto sangriento tiene nulos méritos cinematográficos y hace apología de la violencia como medio para realizarse. En comparación con los títulos de Bruce Lee, convierte a los del desaparecido ídolo en ballets fílmicos. Tal es la penuria de su entidad.

Babelia

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