El 'show' de Eli
El joven prodigio del soul puede seguir empeñándose en negar que lo suyo sea un ejercicio retro, pero aún no puede dilucidarse cuál es su aportación personal, más allá de la palidez de su piel, a un género que, en otras manos -no siempre diestras, cierto- ha deparado benditas coyundas con el rock o con el blues y, en contrapartida, edulcoradas simbiosis en fórmulas que tenían más que ver con las servidumbres de la comercialidad. Por mucho que su Come And Get It haya ampliado algo su campo de acción, lo del bostoniano sigue siendo igual de vintage. Más jovial, quizá más contagioso, pero igual de antiguo. Ni una coartada modernizadora. Dicho esto, sería de necios negar lo portentoso de su garganta, la brillantez de sus True Loves, y lo espectacular de su puesta en escena. Reforzando aún más si cabe su papel de predicador sentimental, Eli Reed ha incrementado la vertiente lúdica de su show, apabullando con sobrada vehemencia y todo un derroche de tablas. La imagen del escenario de Mirror invadido por público femenino al ritmo del tema que da título a su último disco sirve para retratar el hirviente estado de forma de un soulman que no necesita desviarse del guión para ganar adeptos. Su hora y cuarto de concierto, excusada por una indisposición de su batería, se le hizo muy corta a casi todo el auditorio.
ELI 'PAPERBOY' REED & THE TRUE LOVES
Freddy DeBoe: saxo; JB Flatt: teclado; Jelani Brooks: saxo; Attis Jerrell Clopton: batería; Michael Isvara Montgomety: bajo; Patriq Moody: trompeta; Ryan Spraker: guitarra; y Eli 'Paperboy' Reed: voz y guitarra. Mirror. Valencia, domingo 23 de mayo de 2010.
Babelia
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