Una refinadavenganza
Tras una larga trayectoria profesional, poco más de 30 años de continuado trabajo en cine y televisión, Mario Camus pasa con sus tres últimas películas a situarse entre los mejores y más personales autores de nuestro cine. El relativo fracaso de Después del sueño (1992) y el éxito de Sombras en una batalla (1993), le conducen a insistir en la misma línea en la recién estrenada comedia dramática Amor propio. De algún modo, vuelve a contar una historia que se apoya en cómo un pasado que se creía olvidado, dormido o, simplemente, se desconocía, se reactiva de repente para incidir de forma, muy directa sobre el presente y transformarlo por completo.En esta ocasión, el punto de partida es un hecho real, la historia del banquero que estafó a una serie de clientes engatusándoles con elevados intereses para luego desaparecer con los ahorros de toda su vida, pero contada desde un punto de vista muy particular, el de la mujer del estafador, y resuelta con una estructura semipoliciaca, como si se tratase de una cuestión de amor propio, hasta convertirla en una refinada venganza.
Amor propio
Director y guionista: Mario Camus.Fotografía: Jaume Peracaula. Música: Sebastián Mariné. España, 1994. Intérpretes: Verónica Forqué, Fernando Valverde, Antonio Resines, Antonio Valero, Carlos Ballesteros, Helio Pedregal y Anabel Alonso. Estreno en Madrid: Gran Vía, Minicines, La Vaguada, Renoir y Aluche.
Rodada entre Santander y Madrid, Mario Camus encuentra el justo tono para su narración entre el drama, la intriga y la comedia, para desarrollar una historia muy atractiva, con una fuerte carga feminista, donde los banqueros son los malos desde el primer momento, que se sitúa entre sus más sueltos, mejores y atractivos trabajos.
Buen reparto
Apoyada en un amplio y bien conjuntado reparto, en Amor propio destaca el trabajo de Verónica Forqué y Antonio Resines, muy alejados de los sobados estereotipos a los que les tiene relegados la denominada "comedia de ejecutivos". Al otro extremo de los papeles de tonta graciosa que la han hecho famosa, Verónica Forqué hace el mejor trabajo de su carrera al encarnar a la mujer que planea y ejecuta una fría venganza contra quienes han intentado hundirla y destruirla como persona. Algo similar ocurre con Antonio Resines que, también muy lejos de los papeles de gracioso en que le han encasillado, está muy bien como el vago descarriado hermano de la protagonista.Dentro del conjunto también hay que destacar el peculiar sentido del humor desarrollado por Mario Camus, mucho más presente en esta película que en otras, y el trabajo de algunos viejos secundarios. Desde José Jordá, que hace de un perfecto tío Óscar, hasta el siempre excelente José Manuel Martín, que encarna con maestría a un adinerado chamarilero.
Babelia
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