Una máquina de fabricar dinero con los bolsillos muy rotos
La promotora de los conciertos de Londres se enfrenta a devoluciones millonarias
El hombre que fue capaz de popularizar los pantalones rabicortos y los calcetines blancos era una máquina de hacer dinero. Pero también de gastarlo. Nunca ninguna estrella del pop fue tan bien pagada. Durante su carrera, Michael Jackson ganó una fortuna de 500 millones de euros. Pero antes de su muerte, estaba acosado por las deudas, alrededor de 360 millones de euros, según publicó recientemente The Wall Street Journal.
Tan acuciante era ese agujero financiero, que Jackson se vio obligado a aceptar ofrecer 50 conciertos en Londres, pese a su salud quebradiza. La muerte del ídolo del pop deja una última herencia envenenada a quienes le obligaron a firmar un contrato tan leonino, en particular, a la promotora AEG, que ahora se enfrenta a la devolución del dinero de las entradas y a indemnizaciones millonarias.
En contra de la imagen de ser desamparado y dubitativo, Jackson no fue un mal empresario de sí mismo, al menos al principio de su carrera. Supo sacudirse a tiempo la mordida familiar (y, en particular, la de su padre) que se quedaba con casi todos sus ingresos y, más adelante, renegociar al alza el pago de derechos con las discográficas.
Sin embargo, su golpe maestro, y de donde proviene su principal patrimonio en la actualidad, fue la compra en septiembre de 1985 del catálogo de ATV Music, que incluía más de 200 canciones de los Beatles. Diez años después, vendió la mitad de la sociedad a Sony, con una ganancia de 80 millones de euros.
Cuando su hasta entonces amigo Paul McCartney, que también había pujado por ATV, le recriminó que no compartiera los beneficios que le reportaban las canciones de las que él era autor original, Jackson le dijo: "Es una cuestión de negocios". El ex Beatle se vengó llamándole en la prensa "Judas auténtico", pero no consiguió arrancar un dólar del cantante del guante blanco y de la mano suelta en los genitales.
Creando una estela que luego seguirían otras estrellas del pop como Madona, Jackson supo hacer del merchandising y la publicidad una mina, abriendo nuevos mercados en los países asiáticos y Europa del Este. La campaña que protagonizó para Pepsi en 1984 -cuando se quemó el pelo- fue la mejor pagada de la historia. A veces generaba negocio sin saberlo. En España, donde vendió 4,5 millones de copias, la aparición del vídeo Thriller contribuyó a la popularización del reproductor VHS.
Pero su habilidad para ganar dinero nunca pudo rivalizar con su delirio consumista. Durante el juicio que se siguió contra él en 2005 por presuntos abusos sexuales a un menor, se demostró que gastaba 20 millones de euros más al año de lo que ingresaba. Caprichos, antigüedades, campañas solidarias y los sucesivos préstamos para pagar el mantenimiento de su mansión Neverland, repetidamente hipotecada, le hicieron caer en bancarrota. Con los conciertos de Londres esperaba conseguir 35 millones de euros.
Ahora el problema lo tiene la promotora. AEG está obligada a devolver el precio de las 750.000 entradas vendidas de las actuaciones, por 61 millones de euros. Todos los que compraron los tickets a través de empresas oficiales como Ticketmaster deberían tener asegurada la devolución. Pero no así los que han recurrido a la reventa o al portal de subastas eBay.
Además, AEG perderá los 20 millones de euros que empleó en la producción de las actuaciones, para las que no encontró asegurador, dado el estado de Jacko. Según la prensa británica, las pérdidas totales podrían alcanzar los 350 millones.
Se estima que la fortuna de Jackson, con el catálogo de sus canciones y la que comparte con Sony de los Beatles puede alcanzar los 1.000 millones de dólares (720 millones de euros). Si a eso se le suma el tirón de ventas post mortem (ya es el número uno en iTunes), su muerte tal vez no sea tan mala noticia para sus acreedores.La deuda del cantante se estima en 360 millones de euros
El rey de los récords
- Vendió 750 millones de álbumes, cifra con la supera a otros autores populares como The Beatles, Elvis Presley y Bing Crosby.
- Thriller es el disco más vendido en la historia de la música, con unas ventas estimadas de 104 millones de copias.
- Sus singles fueron número uno en 13 ocasiones. Thriller permaneció en esa posición durante 37 semanas tras su lanzamiento en 1982 y permaneció durante dos años en las listas.
- En 1991 firmó un contrato con Sony por 890 millones de dólares (632,6 millones de euros), la mayor cifra jamás firmada por un cantante con una discográfica.
- Ha recibido más premios (405) que ningún otro artista en la historia de la música.
- En 1986 firmó un contrato de 15 millones de dólares (10,6 millones de euros) con Pepsi, el mayor que se había cerrado hasta esa fecha para la promoción de un producto.
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