Los imitadores de Almodóvar
Como es lógico, el éxito de las películas de Pedro Almodóvar ha hecho que le salgan una serie de discípulos, o más bien imitadores, que intentan apropiarse del personal y desmesurado estilo de sus mejores comedias. Sin embargo, lo único que consiguen es demostrar lo difícil que es copiar al maestro, hacer una película remotamente parecida a Mujeres al borde de un ataque de nervios, que es lo que intenta, y la enorme distancia que les separa de él.Este fenómeno, que por otro lado ha tardado mucho en aparecer, es el claro origen de Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí, de Dunia Ayala y Félix Sabroso, y también de la recién estrenada Dame algo, de Héctor Carré. A pesar de que ambas están hechas con muy poco dinero, giran en torno a una excesiva situación única, casi se desarrollan en un solo decorado y en gran medida parecen integradas por escenas que Almodóvar descartó de sus películas por no haberle salido bien, la primera ha tenido un inesperado éxito de público y es muy posible que también lo alcance la segunda.
Dame algo
Director y guionista: Héctor Carré.Fotografía: Juan Carlos Gómez. Música: Rosendo Mercado. España, 1997. Intérpretes: Nancho Novo, Chete Lera, Rosa Morales y Nathalie Seseña. Estreno en Madrid: Gran Vía, Minicine, Renoir, Conde Duque, La Vaguada.
Tras un prólogo rodado en Galicia, ambientado hace unos años y hablado en gallego, cuya única razón de ser es justificar la subvención de la Xunta de Galicia que tiene Dame algo, la acción se traslada a la actualidad en Madrid y gira en tomo al disparatado secuestro, organizado por un grupo de jóvenes indigentes, de las monjas que trabajan en el albergue donde pasan buena parte de su tiempo.
Disparatada comedia
Segunda película del gallego Héctor Carré, tras la fallida Dame lume (1994), en esta ocasión su único interés es hacer una exagerada y disparatada comedía, sin respetar ningún tipo de convención, tanto cinematográfica como religiosa o política, para conseguir convertir sus errores en virtud y tener éxito a cualquier precio.Realizada con una enorme tosquedad, sin el menor asomo de estructura dramática, una y otra vez los personajes se mueven entre la violencia y la escatología, en medio de un baño de sangre, pero que pretende no serlo, en la medida en que, de vez en cuando, revive alguno, dentro de una situación que no evoluciona, sino que se limita a girar una y otra vez sobre sí misma hasta llegar al agotamiento.A pesar de que los personajes no tienen ninguna consistencia como tales, los actores parecen haber conectado bien con ellos y con el director Héctor Carré y tanto el protagonista absoluto, Nancho Novo, como los secundarios Chete Lera, Rosa Morales y Nathalie Seseña, dan la impresión de haberse divertido en un rodaje que debió ser tan caótico, o más, que la propia película.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.