"Si no eres un vampiro adolescente no haces nada en Hollywood"
Hollywood no es país para viejos. Pero hay excepciones. Por ejemplo, Shirley MacLaine. A punto de cumplir los 75 años y con un Oscar en su casa tras una larga carrera en cine, teatro y televisión, la intérprete también tiene un estreno en cartelera, Historias de San Valentín. Una comedia romántica que, como todo el cine actual, busca un público joven. Sin embargo, esta superviviente, hermana de Warren Beatty, se ha hecho un hueco junto a Julia Roberts, Jennifer Garner, Aston Kutcher o Anne Hathaway. ¿Gran logro o victoria pírrica? El gesto irónico en el rostro pizpireto de esta pelirroja no necesita traducción. Aun así, alguien que no se calla ni debajo del agua quiere dejar claras sus críticas actuales contra una industria con la que siempre estuvo enfrentada. "Sigue siendo discriminación, por sexo, por edad. Y deberían estar avergonzados. Porque a menos que seas un vampiro adolescente, no hay nada que hacer en Hollywood", se explaya. Tiene sus razones. MacLaine (Richmond, Virginia, 1934) sigue en activo porque, como confiesa divertida, es una excéntrica y se niega a claudicar.
"La corrección política ha acabado en esta ciudad con el buen humor"
"Lo maravilloso de hacerse mayor es que puedes decir la verdad"
"Lo maravilloso de hacerse mayor es que puedes decir la verdad"
Pregunta. ¿Cuál es su mejor recuerdo de San Valentín?
Respuesta. Los que pasé con mi perro. Miro a los ojos de mi perro y veo el cielo. No bromeo.
P. ¿Y en cine?
R. Para eso tendría que recordar con quién estaba enrollada en ese momento porque es todo lo que recuerdo de mis películas: mis amores [simula un gesto obsceno]. Así funciona mi mente.
P. ¿Qué tiene que decir de la delgadez de sus compañeras de reparto?
R. Me dejan sin habla. Me gustaría que les preguntaran qué comen y si merece la pena. No bromeo. No es posible estar tan delgada aunque sean así de jóvenes.
P. ¿Tanto ha cambiado Hollywood?
R. Son muchos los que necesitan psicoterapia en esta ciudad. Y la corrección política ha acabado con el buen humor. Cuando Hollywood era el rey, los estudios entendían que el marketing era una forma de ganar a la audiencia. Hoy en día simplemente siguen los gustos del público.
P. ¿Echa de menos ese otro Hollywood?
R. Mi carrera lo ha conocido todo, altos y bajos. Sólo en un rodaje me siento como en casa. En otros tiempos nos veíamos en fiestas, almuerzos. Ahora están todos repartidos por el mundo. Y todo es imagen. Pero reconozco que ya lo he probado todo. También conocí los últimos coletazos del sistema de estrellas, cuando le puse un pleito al productor Hal Wallis [entonces el responsable del estudio Warner], que gané, y que acabó con los contratos esclavistas. En fin, todo tiene sus ventajas y sus desventajas.
P. Y la relación con su hermano, ¿se ha normalizado?
R. ¡Cómo puede pensar que mi relación con Warren Beatty sea normal! Si nos relacionamos es por sus hijos. Anoche estuve cenando con ellos.
P. ¿Cómo es una cena así?
R. Hablamos de cine, de política, del fin del mundo, de Internet y los jóvenes, de cómo les marca la vida: no dejan de mirar a la pantalla ni para hablar contigo.
P. ¿Del fin del mundo? Suena tan fatalista como el filme 2012.
R. Bueno, el año 2012 es importante porque será el primer alineamiento planetario en 26.000 años y eso conlleva un tirón que afecta la conciencia, a tu mente, tu cuerpo y, por supuesto, la meteorología. De ahí que recomiende a todo el mundo que plante un jardín orgánico y que tenga preparada su propia fuente de agua.
P. Usted siempre ha sido pionera en temas espirituales, con varios libros en su haber...
R. Que ya podían leer en Washington o en Hollywood. Pero sí, es cierto que me gusta ese sentimiento de ser una de las pioneras a la hora de hablar de una nueva conciencia. Como habrás notado, lo maravilloso de hacerse mayor es que puedes decir la verdad.
P. ¿Alguna otra ventaja?
R. Todo mejora con los años. Menos el ejercicio
[gesticula imitando una copula mientras se ríe]. Por eso me indigna que en Hollywood no se den cuenta de que a la gente de 70 años también le gusta el cine. Y las buenas historias. Yo siempre he sido una excéntrica y sé hacerme notar. Pero muchos de mis amigos ya mayores sufren de esa enfermedad llamada invisibilidad.
P. ¿Hay algo que le guste del Hollywood de hoy?
R. Muchas cosas. Me encantaron Up in the air, En tierra hostil, Un hombre soltero, An education. ¡Eso es cine en tres dimensiones!
P. Deduzco que Avatar no es su película favorita.
R. Al contrario. Lo de las gafas es una pesadez, sí. Pero Avatar es maravillosa. Pocas películas hablan como ella de lo peligroso que es romper la armonía de la naturaleza.
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