"Yo disparé al avión de Saint-Exupéry"
El piloto alemán Horst Rippert confiesa, 64 años después, que abatió al escritor con un caza Me-109
El 31 de julio de 1944 el avión Lightning P-38 que pilotaba Antoine de Saint-Exupéry, el autor del mítico El principito, cayó en el Mediterráneo, no lejos de la costa, a la altura de la ciudad de Toulon. Durante años se ha especulado sobre si se trataba de un suicidio, de un accidente o del resultado de un combate aéreo. La última hipótesis parece cobrar fuerza tras las declaraciones de Horst Rippert, un alemán de 86 años que, durante la II Guerra Mundial, fue un as de la Luftwaffe. "Todo ocurrió cerca de Toulon. Él volaba 3.000 metros más alto que yo, que estaba efectuando una misión de reconocimiento. Vi sus insignias tricolores y maniobré para instalarme a su cola y derribarle", ha explicado Rippert a los periodistas franceses Vanrell y Pradel. Éstos publicarán el próximo día 20 un libro titulado Saint-Exupéry, l'ultime secret.
"Se puso en medio y yo disparé como era mi deber. El trasto se fue al agua"
"Fue uno de mis 28 derribos. Yo nunca apunté contra personas"
El misterio de la desaparición de Saint-Exupéry, que había sido aviador para los servicios de correo aéreo francés durante años, parece, pues, definitivamente aclarado. En 1998 un pescador encontró entre sus redes una pulsera de oro con el nombre del escritor grabado. Dos años más tarde se localizaron los restos del que se suponía era su aparato, suposición que quedó confirmada tres años después, cuando un submarino rescató los restos del fondo del mar y se pudo comprobar el número de serie del avión y constatar que se trataba del mismo que había despegado del aeropuerto corso de Borgo pilotado por Saint-Exupéry.
El vuelo de Saint-Exupéry se producía 15 días antes del desembarco aliado en la Provenza, tras el gran desembarco en Normandía, en junio. Se trataba de una operación destinada a obligar a las tropas alemanas a emprender la retirada definitiva hacia su país, creándoles un segundo frente en territorio francés que iban a ser incapaces de resistir. El escritor tenía como misión fotografiar las defensas germanas en la zona.
Ahora Rippert, tras ser localizado por los periodistas franceses, explica la situación en el aire ese día de julio de 1934. "Me dije que si no se largaba iba a derribarle. Disparé y vi cómo le alcanzaba y caía, derecho al agua".
Rippert, que entonces tenía 20 años y era un piloto con muchas victorias en su palmarés, no encontró grandes dificultades para abatir el avión de su rival. El Masserchmidt ME-109 que tripulaba era más rápido y potente que el aparato del francés. Durante años Rippert ha ejercido como periodista, trabajando para la televisión pública alemana ZDF.
Rippert declaró ayer en conversación telefónica que él había volado en una misión de reconocimiento el mismo día que desapareció el escritor. "Sé que derribé un avión como el de Exupéry. A él no lo vi. En pleno vuelo no se puede mirar en la cabina de otro avión".
Recuerda que pilotaba un caza Me-109 con base en Aix-en-Provence. "Era un día precioso, soleado. Despegué en una misión de reconocimiento. Debía vigilar la zona. Entonces entró Exupéry con su aparato, se puso en medio y yo disparé como era mi deber. El trasto se fue al agua, no tuvo tiempo para reaccionar", relata el que fuera piloto hasta el final de la guerra y posteriormente periodista de deportes en la segunda cadena estatal de la televisión alemana.
Añade, en su intento de explicar lo que ocurrió entonces, que los disparos contra el avión del escritor se enmarcaban en una acción de guerra. "Fue uno de mis 28 derribos. Yo nunca apunté contra personas, y le diré más: de haber sabido que Saint-Exupéry iba en ese avión, no hubiera disparado. Ya entonces había leído todos sus libros, era un escritor célebre. Pero yo no lo sabía, ni siquiera hoy puedo estar del todo seguro".
Babelia
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