Un diálogo abstracto con el siglo X
El Monasterio de Silos acoge 11 esculturas de hierro en las que Xavier Mascaró reinterpreta los símbolos de la tradición religiosa
Once piezas en hierro del escultor Xavier Mascaró contagian desde hoy su espiritualidad abstracta a la Abadía de Santo Domingo de Silos, donde estarán expuestas hasta el 4 de mayo en un diálogo que reinterpreta y moderniza los símbolos de la tradición religiosa del siglo X.
Hierro combinado con piedra, cristal y bronce, incluidos cuatro dibujos del artista, en una muestra que organiza el Museo Nacional y Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) en colaboración con la Abadía y la Cámara de Comercio e Industria de Burgos.
"Abstracto pero espiritual"
"Lo que se establece es un diálogo entre otro tiempo y el actual, de este siglo con el X, jugando con las referencias religiosas y colocando las esculturas tal y como se ponían los elementos litúrgicos en estos espacios", ha resumido el escultor, nacido en París en 1965 y con residencia a caballo entre Nueva York y Madrid.
"Quería que materiales, escalas y colocación tuvieran un significado espiritual, abstracto pero espiritual", ha puntualizado Mascaró, haciendo especial énfasis en una de las piezas que se exhiben en el subterráneo del claustro de la Abadía: Departure, el esqueleto en hierro de una barca con velas de tela envejecida.
Contenido y contenedor, tiempo y espacio
Pero si esa nave abre la exposición, al fondo de la cueva el artista ha colocado, "con toda la intención", tres obras en una disposición similar a la que tendría un altar. El abad, Dom Clemente Serna, recién llegado de Roma para asistir a la inauguración, ha reconocido durante la inauguración que es una exposición "que realmente impresiona" y ha expresado su deseo de que, tras contemplarla, el público se vaya "más enriquecido".
El director del MNCARS, Manuel Borja-Villel, ha apuntado sobre el lugar elegido para la muestra que en ella se juntan "dos cosas muy interesantes" para un museo de arte moderno: "un tiempo y un espacio específicos". "En los museos estamos acostumbrados al aislamiento de la obra de arte apartada del mundo. El MNCARS es un museo nacional que tiene que ir más allá de sus propios edificios", ha matizado, "y este es un lugar tan bello y cargado de historia que no sólo no se puede perder la oportunidad de hacer estas exposiciones, sino que hay que alentarla".
El comisario de la muestra, Francisco Carpio, ha reiterado que la Abadía es "el espacio perfecto" para la obra de Mascaró, "tanto estilísticamente como conceptualmente". "Los materiales que utiliza, en los que el hierro, con su magia, es el hilo conductor, su iconografía y espiritualidad", ha explicado, "son idóneos para un espacio tan sacralizado, el cofre perfecto", ha añadido Carpio.
Mascaró, licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona, inaugurará la próxima semana en Buenos Aires, en la Recoleta. Una exposición a la que incorpora vídeo y fotografía.
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