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Wall Street desinfla la burbuja del 3D

El fracaso en taquilla de algunos grandes estrenos en tres dimensiones provoca el desplome en Bolsa de empresas tecnológicas, cadenas de cines y productoras

Las películas en tres dimensiones no terminan de cuajar en las taquillas, 18 meses después del frenesí creado por Avatar. Y tampoco en Wall Street, donde las empresas vinculadas a este formato, como la tecnológica RealD, la productora DreamWorks Animation o los cines Regal sufren un serio revés a pocas semanas de que se estrenen Transformers 3 y las últimas dos entregas de Harry Potter en 3D.

Los inversores tienen cada vez más dudas. Los problemas en taquilla de las producciones en 3D ya emergieron el pasado verano en las salas de Estados Unidos, cuando pasó el efecto burbuja de Avatar. El público en las salas cayó de forma alarmante, en una tendencia alimentada por las dificultades de las familias por costearse el precio de las entradas.

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Eso pasaba mientras en España Toy story 3 arrasaba, lo que escondió lo que sucedía fuera. Para hacerse una idea de la pérdida de confianza de los inversores en el estereoscópico, basta con fijarse en la cotización de la californiana RealD. Sus acciones se pagan en el NYSE a menos de 21 dólares, frente a los 35,6 dólares de mayo. Ese fue su máximo. Para darle dimensión al desinfle, el precio que se ofrecía ayer por los mismos títulos de RealD está solo un dólar y medio por encima del que obtuvo el primer día de cotización de la empresa tecnológica en julio del año pasado, tras un prometedor repunte del 22% en el estreno. Es decir, en menos de un mes se comió todo lo ganado en un año.

RealD es la compañía que domina los sistemas para proyectar y ver películas en 3D en los cines. Solo en EE UU acapara el 75% del mercado. Su tecnología se usa también en la electrónica de consumo, donde la estereoscopía avanza con dificultad. En los 21 dólares se mueve también cada acción de DreamWorks Animation después del estreno de Kung Fu Panda 2, la mitad que en abril de 2010 cuando empezó el desplome.

La misma curva a la baja se observa en la cotización de Regal Entertainment. En la primavera de 2010, las acciones de la cadena de cines se pagaban a 18 dólares y de ahí fueron cayendo conforme quedaba claro que se esfumaba el verano de la recuperación. Pero la verdadera corrección arrancó en mayo, hasta perder más del 15% de su valor. Cinemark está en la misma senda.

Todo lo anterior ha obligado a AMC Entertainment, otra empresa exhibidora, a replantearse su vuelta a Wall Street, operación con la que esperaba recaudar unos 250 millones de euros. Pero el parqué neoyorquino vive a su vez un periodo de ajuste por la incertidumbre económica, que invita a no dar el salto cuando encima el negocio no brilla.

El frenesí generado por Avatar en la Navidad de 2009 a 2010 animó a la cadena de cines a intentarlo. AMC se retiró del parqué en 2004, ahogada por las deudas. Ya hizo dos tentativas de retorno en 2006 y 2007, pero la debilidad del negocio le forzó a recular. Entusiasmo por el 3D, sí, pero, como señalan los analistas, se está yendo demasiado lejos en los precios.

El golpe de Wall Street al 3D empieza a ser serio y se teme que el fenómeno Avatar sea una ilusión. Por eso la gran pregunta que recorre el parqué neoyorquino es qué va a pasar este verano, porque eso marcará claramente el camino que seguirá la industria. La referencia en el arranque de la temporada estival es lo recaudado por Kung Fu Panda 2 y Piratas del Caribe: en mareas misteriosas: buenas cifras, aunque desde luego ni las soñadas ni de récord. En España Piratas tampoco ha funcionado excepcionalmente y Kung Fu Panda 2 se estrena este viernes que viene.

Hay ya un dato para el análisis. En estas dos producciones el 3D representa el 65% de las proyecciones en las salas en EE UU. Pero el 55% de los ingresos en el estreno llegaron del formato tradicional, según la Asociación Nacional de Propietarios de Salas (NATO). No es que las 3D se estén desplomando, más bien se inclinan a pensar que la audiencia hace una elección a conciencia. "No hay motivos para el pánico", insisten. Además, el grupo que representa a los exhibidores en EE UU cree que los estrenos de Transformers 3 y Harry Potter podrían ayudar a generar algo más de optimismo en torno a todo lo que tiene que ver con la estereoscopía. Por eso, como los productores, piden paciencia. Sin embargo, las firmas de analistas aconsejan a sus clientes vender.

Michael Lewis, consejero delegado de RealD, pide que "no se lea demasiado en los resultados de un par de películas". Sin embargo, Rich Gelfond, su homólogo en IMAX, es realista. Admite que el 3D creó gran entusiasmo cuando llegó al público. A partir de ahora, su éxito en las taquillas estará limitado a las películas que sean buenas. "En unas funcionará el formato, en otras no". Y en ese caso, los filmes rodados de verdad en 3D tendrán más opciones para demostrar que funcionan que los hinchados a la estereoscopía después de su rodaje (como Alicia en el País de las Maravillas o Furia de titanes). Lewis explicó en una conferencia que los estudios están aprendiendo cómo usar mejor esta tecnología al producir películas. "Es un medio relativamente nuevo, que está en sus primeros balbuceos". Recordó además que las versiones en 3D de Megamind y Tron: legacy tuvieron el pasado otoño audiencias superiores al 65%.

El debate sobre el futuro del 3D tiene lugar mientras los cines y los estudios de Hollywood discuten sobre la ventana de exclusividad que tendrán las películas en la gran pantalla antes de lanzar los títulos en los servicios de televisión a la carta o en videoclubs online como Nextflix.

Asistentes a una proyección de una película en formato estereoscópico en la Comic-Con en San Diego.
Asistentes a una proyección de una película en formato estereoscópico en la Comic-Con en San Diego.MARIO ANZUONI (REUTERS)

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