Lujosa autoría
La superproducción El Dorado, rodada en Costa Rica en escenarios naturales, con un presupuesto de 1.000 millones de pesetas -cifra récord en el cine español- y seleccionada para la sección oficial del ya cercano Festival de Cannes, centra su argumento en la expedición que iniciara en 1560 Pedro de Ursúa, cuyo fin era la búsqueda, hallazgo yconquista del reino de Omagua, el mítico y utópico El Dorado.En dicha aventura, tan fascinante como dislocada, se encontraba Lope de Aguirre, que aunaba a su predisposición a la rebeldía un espíritu libertario impropio de su época. En el transcurso de la fallida epopeya, Lope de Aguirre, tras sucesivas rebeliones y crímenes, se hizo con el mando y, abandonando la descabellada empresa, renegó de la Corona española y emprendió la conquista de Chile y Perú, con nefasto resultado para él y sus hombres.
El Dorado
Dirección y guión: Carlos Saura.Fotografía: Teo Escamilla. Música: Alejandro Massó. Producción: Andrés Vicente Gómez. Hispano-francesa, 1987. Intérpretes: Omero Antonutti, Lambert Wilson, Eusebio Poncela, Gabriela Roel, Inés Sastre, José Sancho, Patxi Bisquert, Francisco Algora, Feodor Atkine, Abel Viton, Paco Merino. Estreno en Madrid: Real Cinema, Paz y La Vaguada.
Carlos Saura ha escrito y dirigido El Dorado tras una exhaustiva investigación en las fuentes históricas de la época, tratando de hallar la realidad y explicación de los hechos interpretando las crónicas.
Más cercano al cine de autor que al espectáculo épico, el realizador inicia el relato con la partida de los expedicionarios, desde el peruano puerto de Lamas, cercano a Santa Cruz de Capocovar, como si los aventureros no tuvieran pasado.
Viajes
En cierto sentido, la aventura planteada enlaza con la tradición de las películas de viajes, a cuyo término aguarda la tragedia. En este caso,viaje a través de un río cuya hostilidad se manifiesta en la somnolencia y aburrimiento que agobia a los desencantados partícipes de la empresa imposible, contagiando en su morosidad al relato fílmico, que sobrepasa las dos horas y media. En este viaje inútil y fallido, a cuyo término aguarda la muerte, el director sólo está preocupado por exponer los factores que condujeron hacia su desenlace.
La peripecia histórica de Lope de Aguirre, inspiradora de la novela de Sender La aventura equinoccial de Lope de Aguirre, y de la película de Werner Herzog Aguirre o la cólera de Dios, interesa a Saura como hecho excepcional en la conquista española, donde el sentimiento de rebeldía coincide con los enfrentamientos regionalistas protagonizados por los capitanes españoles que coincidieron en la experidión de Ursúa, cuya rebeldía ante el poder establecido alcanzó su paroxismo, con la ambición como desencadenadora de la violencia.
Austeridad
El Dorado, donde la cámara se mueve con efectiva austeridad en desplazamientos sistemáticos, tan reiterativos como funcionales, goza de otra autoría paralela a la del director: la fotografía de Teo Escamilla, que en todo momento es espléndida y magistral. Escamilla logra crear una sinfonía pictórica de verdes, pardos y ocres, colaborando así a una auténtica atmósfera de tragedia operística.
De la ambición a la locura, pasando por la desesperación, la ilustración de la investigación personal efectuada por Saura, algo fría en su sinceridad, resulta tan meritoria como distante en su emotividad, pero transmite la desesperanza y apatía funesta que se cierne sobre los protagonistas, fruto de la inabordable hostilidad del entorno geográfico sufrido, donde el espacio, el tiempo y los valores gozan de otra dimensión que explica la actitud de los renegados y abatidos expedicionarios.
Babelia
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