Ricardo Piglia gana el premio Rómulo Gallegos

La decisión del jurado fue unánime. Todos pensaron que Ricardo Piglia merecía ganar la XVII edición del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos con su más reciente novela, Blanco nocturno, por "su gran talento para situar la trama en un mundo preciso", por su "rigurosa observación de hechos y personajes", por "la nitidez de su lenguaje" y por "la sabiduría literaria que le permite cautivar al lector y mantener la tensión del relato con subterránea fuerza poética". También le otorgaron el premio porque "Blanco nocturno es reescritura de la novela de género", según los tres miembros del jurado —los escritores Carmen Boullosa y William Ospina, y un funcionario venezolano— que el jueves firmaron el veredicto.

Todo eso se dijo de Blanco nocturno. La novela comienza con el asesinato de Tony Durán: un gigoló puertorriqueño que siguió hasta el lugar de su muerte a las gemelas Belladona: sus amantes, hijas de una de las familias más influyentes de una provincia de la Argentina de principios de los años setenta, poco antes del tercer Gobierno de Juan Domingo Perón. Por esta obra Piglia también recibió el Premio Nacional de la Crítica en España, en abril de ese año.

Piglia dijo ayer estar sorprendido y agradecido con la noticia de este nuevo premio que, subrayó, "ha mantenido su prestigio a lo largo de los años". "Eso lo digo porque Venezuela vive un proceso de cambios y de transformaciones muy importantes, y siempre ha respetado a la literatura", aclaró el escritor a través de la agencia oficial argentina Telam. Lo dijo también porque, desde que Hugo Chávez asumió la presidencia en 1998, algunos críticos han tachado al galardón de excluyente, por premiar a escritores que supuestamente tienen afinidad ideológica con el Gobierno.

Los ganadores de las tres ediciones anteriores fueron el colombiano William Ospina, con El país de la canela; la mexicana Elena Poniatowska, con El tren pasa primero, y el español Isaac Rosa con El vano ayer. El Rómulo Gallegos, dotado con 100.000 dólares, fue creado en 1964 por el Gobierno venezolano y se entrega cada dos años. Los tres primeros escritores en ser reconocidos con el galardón fueron el peruano Mario Vargas Llosa, con La casa verde; el colombiano Gabriel García Márquez, con Cien años de soledad, y el mexicano Carlos Fuentes con Terra nostra. Piglia es el tercer argentino que se lleva el premio; antes lo hicieron Abel Posse, con Los perros del paraíso y Menpo Giardinelli, con Santo oficio de la memoria.

Roberto Hernández Montoya, presidente del Centro de Estudios Latinoamericamos Rómulo Gallegos, que otorga el premio, dijo el jueves que los autores son calificados por sus obras y no por sus posiciones ideológicas. Puso como ejemplo a Mario Vargas Llosa, un escritor al que admira por su obra literaria, pero que "repudia" por sus convicciones políticas. Y sobre Piglia ha comentado: "Me parece muy bien que se haya escogido a Piglia, el jurado es de altísimo nivel, y aunque no he leído la obra por la que ganó, conozco la trayectoria del autor y sé que es una obra de mucha altura".

A pesar de las críticas, el Rómulo Gallegos sigue siendo considerado uno de los galardones más importantes que se otorga a la literatura en lengua castellana. Este año se presentaron a concurso 194 obras de 17 países, entre las cuales fueron escogidas 12 finalistas. Algunas de las novelas seleccionadas para esta segunda etapa fueron Tres ataúdes blancos, del colombiano Antonio Ungar, Premio Herralde de Novela 2010; El viajero del siglo, del argentino Andrés Neuman, Premio Alfaguara de Novela 2009; Todo es silencio, del español Manuel Rivas; La orfandad, de la argentina Sylvia Iparraguirre; y Cadáver exquisito, del venezolano Norberto Olivar.

"Recibir este premio para mí es un orgullo, mucho más sabiendo que entre los finalistas había compatriotas como Sylvia Iparraguirre, Eugenia Almeida y Leopoldo Brizuela; y Javier Vásconez, un escritor ecuatoriano extraordinario", ha dicho Ricardo Piglia. La ceremonia de entrega del premio se llevará a cabo en Caracas el próximo 2 de agosto, en la sede del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo de Gallegos.