"Representar Rey Lear es un ejercicio de humillación"
El actor Alfredo Alcón estrena la obra de Shakespeare en el Centro Dramático Nacional con dirección de Gerardo Vera
"Representar Rey Lear es un ejercicio de humillación, sé que nunca estaré a la altura, ni como actor ni como espectador, de toda esa intensidad llena de vida que tienen las obras de Shakespeare y en especial esta que ahora por fin represento y con la que sólo trato de subir un escalón más". Así se expresaba poco antes del estreno de Rey Lear su protagonista, el actor Alfredo Alcón, quien a pesar de ser septuagenario desde hace años, se muestra lleno de energía en escena, hasta el punto de que termina la función sosteniendo en brazos a Cordelia, la hija de Lear.
Cuando está subido en el escenario y transformado en ese rey perdido entre el dolor y la locura, Alcón hace desaparecer al 100% su cadencia y acento argentinos para abordar en el Teatro Valle-Inclán de Madrid una de las principales tragedias de William Shakespeare. Un trabajo que el público acoge con ovaciones hacia el actor cada noche. Rey Lear se escribió entre 1605 y 1606, aunque tomando como fuente una obra anterior, King Leir (representada en 1594 e impresa en 1605), y ambas deudoras con la Historia Regum Britanniae escrita hacia 1135 por Godofredo de Monmouth y de raíz netamente céltica.
Este nuevo Rey Lear producido por el Centro Dramático Nacional, con puesta en escena de su director Gerardo Vera, y versión del dramaturgo Juan Mayorga ha nacido gracias a Alcón. Su director no oculta que "sin él no hubiera llevado a cabo este proyecto, ya que el papel requería a un actor complejo, moderno, con gran hondura, que transmitiese verdad y con una técnica perfecta, yo quería hacer Lear y tenía claro que era con él o no era", sostiene Vera quien califica la obra de auténtica metáfora sobre la vejez, el mundo que termina y los jóvenes que irrumpen para arrinconar a sus mayores.Alcón destacó la gran generosidad que España siempre había tenido con él. El actor ha trabajado con directores españoles teatrales en varias ocasiones, sobre todo con el desaparecido José Luis Alonso y también con Francisco Nieva y repetidamente con Lluís Pasqual.
A lo largo de su dilatada y prestigiosa trayectoria se ha enfrentado como actor y director a muchos shakespaeres. Su experiencia es mucha, pero tiene claro que es precisamente con la experiencia con la que hay que tener mucho cuidado: "Si uno vive un trabajo actual desde la experiencia anterior, si llega a él con preconceptos, no puede ponerse al servicio del proyecto y yo no trabajo con un director que hace su Lear en el salón de su casa, Vera ha venido a los ensayos a indagar y a retorcerse con nosotros y eso es muy importante".
Alcón, como otros compañeros suyos, se muestra contento del protagonismo que está teniendo hoy el teatro en las sociedades occidentales: "Es un arte que ha subsistido a lo largo de muchos siglos y seguirá existiendo mientras seamos humanos y tengamos la necesidad de nos cuenten un cuento", señala el actor quien cree que hoy la gente vuelve su mirada hacia el teatro porque el público, de manera consciente o no, sabe que puede cambiar lo que está viendo en el escenario. "Un espectador que está compartiendo la pasión, está siendo un creador, no es un espectador pasivo?; el teatro no es sólido, es líquido, necesita del otro para hacerse, y como cualquier elemento líquido es impredecible, cualquier persona puede modificar el movimiento del agua, cualquier espectador puede alterar una representación y ahí es donde el teatro cobra su gran fuerza por encima de todas las modernas tecnologías". Para concluir su apología escénica dice, casi más que con la palabra con sus ojos vivos y jóvenes: "El teatro nos hace sentirnos vivos, con todo el peligro y la aventura que significa estar vivo".
Alfredo Alcón ha pasado a sumar la lista de los Rey Lears que se han visto en España en el último medio siglo, tres de ellos dirigidos por Miguel Narros. El protagonizado por Carlos Lemos en 1966 que supuso un gran acontecimiento y en el que las jóvenes hijas de Lear eran Berta Riaza, Julieta Serrano y Ana Belén; así como los protagonizados por Fermí Reixach y Helio Pedregal, actor este último que volvió a ser Lear bajo la dirección del alemán Hansgünther Heyme en el Teatro de la Abadía. El último Lear español, anterior a Alcón, fue el dirigido por Calixto Bieito y con José María Pou al frente del reparto. Actor éste que fascinó al mismísimo Ian McKellen, quien este año ha sido el último Rey Lear de la Royal Shakespeare Company y al que le impresionó mucho el trabajo de Pou cuando le vio en ese papel.
El montaje del Centro Dramático Nacional, que cuenta con Carmen Elías, Luis Bermejo, Pedro Casablanc, Miryam Gallego, Cristina Marcos, Juli Mira, Jesús Noguero y Albert Triola, entre otros muchos actores, permanecerá en Madrid hasta el 20 de abril y posteriormente viajará a Sevilla (del 1 al 3 de mayo), Málaga (del 9 al 11 de mayo), Barcelona (del 21 de mayo al 8 de junio), San Sebastián (14 y 15 de junio) y Bilbao (del 26 al 28 de junio) y otras ciudades españolas.
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